Estamos protagonizando un acto al que no decidimos acceder, se llama historia de la humanidad. Nos pusieron en el orbe, nuestros padres, gracias a su perversión sexual, y debido a esto, estamos intentando descifrar a qué dedicarnos en la vida, eso, los que hemos podido sobrevivir a una gran cantidad de peligros inherentes al planeta terrenal. El problema no es sobre la existencia de divinidades, eso está en un segundo plano, lo difícil es intentar vivir sin hacer daño a los demás, pues al asumir algunas creencias, muchas personas deciden que deben imponer lo que ellos creen como si fuera una verdad absoluta, y así hemos creado una carnicería diaria entre nosotros mismos.
Definitivamente no decidimos lo que queremos hacer, el hado, que muy probablemente es algo impersonal, nos asigna nuestro papel y no podemos negarnos a eso. Si no me creen, miren a los niños criminales, ¿por qué un alma tan pura cometería un delito como el homicidio? A mí me parece que la capacidad de decisión sería algo cierto, si el verbo matar no estuviera en el diccionario, tengamos siempre presente, que el asesinato es un crimen que podemos cometer, y mientras eso sea así, yo no voy a confiar en que existe la libre decisión. Si creemos en la bondad, también tendremos que reconocer que hay maldad, es una dualidad; supongamos que Dios es el bueno y el diablo es el malo; quisiéramos que se eliminara el malo, pero entonces lo bueno desaparecería, pues los dos coexisten. Yo preferiría que no hubiera ninguno de los dos, prefiero que no haya ni buenos ni malos, así se acabaría la película. Si no creemos que hay ese dualismo, y aceptamos que es una designación humana para mantener algún tipo de orden en la sociedad, entonces no podríamos juzgar al asesino en serie que mata 1000 niños, pues no existiría el calificativo de malvado.
Si se acaba éste mundo, o por lo menos nuestra especie, ya no tendríamos que preocuparnos por el problema del bien y el mal, ¡eso sería grandioso!, pues con total seguridad ya no habría delincuencia; en cambio si seguimos, nos arriesgamos a repetir la historia llena de atrocidades. Para los revolucionarios que creen que el mundo va a cambiar, les dejo ésta inquietud, ¿se quieren arriesgar a que la gente siga muriendo en condiciones espantosas? ¿Todo porque ustedes suponen que la humanidad tendrá un mejor futuro? En cambio, yo y muchos más proponemos que nos extingamos voluntariamente para que dejemos de pelear por el poder y ese tipo de cosas.
No puede ser aburrido que se acabe nuestro género, puesto que la nada, que es como cuando dormimos sin soñar, no es ni aburrida ni alegre, simplemente es eso, nada. Mientras tanto, seguimos aquí, desorientados, sin razones para vivir, con un montón de supersticiones, llenos de odio y de miedo, debido a nuestro maldito cuerpo que nos puede hacer sufrir de manera infinita. Amigos, ustedes y yo somos los protagonistas de un gran filme, el espectador, si es que existe, se llama Dios y el género del filme es terror. Él hace como hemos hecho muchos de nosotros, cuando vemos una película de horror, ¿nos parece divertido ver una película de éste categoría, verdad? Pues nos divierte, sentirnos seguros y ver que otras personas, aunque sea actuado, están sintiendo lo espeluznante en sus cuerpos. Asimismo, Dios, nos mira desde su “televisor” y no puede sentir el frío, el hambre ni nuestro dolor físico y mental; nos ve como a través de una pantalla, por eso no podemos comunicarnos con él y se está divirtiendo con nuestro sufrimiento, es por eso que deberíamos acabar la película inmediatamente, para que él deje de jugar con nosotros. La salvación es, dejar de multiplicarnos.
|