la media naranja... la mitad de uno... en esos pensamientos estaba cuando decidí irme a beber sin parar... tomé un taxi, le pedí que me llevara a un bar y que me recogiera dentro de tres horas... le pagué por adelantado y cerré los ojos... ..."llegamos", me dijo el chofer... la puerta se abrió... un tipo bastante alto me invitó a pasar... pasé y el Bar era como imaginaba... una barra, muchos espejos, música de jazz, un tipo viejo que era el barman... qué desea, me dijo... no sé, respondí... el barman sonrió también y con una señal de mano llamó a una persona que se encontraba tras la oscuridad de una de las esquinas del coso... era un mujer muy alta, joven, blanca como el papel, cabellos lacios y negros, de rostro maligno diría yo... se puso a mi lado y con sus dedos empezó a acariciarme el cabello, pero yo no lo tenía, así que sentí sus frías uñas... ¿quieres bailar?, preguntó... no, no sé lo que quiero, quizá deba irme... cogió mi mano y la puso sobre sus labios... empezó a besarme la mano y los dedos en general... ¿ya sabes lo que quieres?... no, pero sé lo que no quiero... me di media vuelta y pedí una cerveza al barman... la tomé y pedí otra y otra y otra hasta que pasaron las tres horas... pagué la cuenta... la mujer aún no se iba... me paré y entonces sentí que ella me seguiría... le cogí la manos y salimos del Bar... allí estaba el taxi... entramos y ella puso sus labios sobre los míos... me puse caliente, muy caliente... lléveme a mi casa, le dije al taxi... ella seguía chupando y chupando... me di cuenta que no duraría mucho tiempo... de pronto ella se detuvo y mirándome a los ojos me dijo si no le gustaba... le dije que sí, pero en verdad no tengo ganas de nada... ¿porqué?... porque hoy, al amanecer voy a morir, y no tengo ganas de nada... tan solo quiero irme a casa... ¿quieres que te acompañe?... no gracias... el taxi se detuvo, le di unos billetes a la mujer y ella se fue caminando... partimos y me di la vuelta cuando noté que un auto se detuvo y ella subió... llegamos a mi casa... entré y encendí las luces... no había nadie... ni siquiera un solo mueble, tan solo el piso y las paredes... y un colchón... me tiré y esperé el final... las luces de la noche son especiales, entre azules y grises, y uno con la imaginación puede generar seres demoniacos o angelicales... percibí cuando amanecía y sentí unas manos sobre mi pecho... miré mi cuerpo y este se volvía gris, azul como la noche... noté que alguien entraba... era el barman seguido de la mujer... ¿estás muerto ya?... aún no, respondí... era una mentira, soy escritor... ambos empezaron a reír como lobos de las estepas... luego con una botella y un martillo me pegaron hasta llegar a no sentir ni mi cuerpo... luego, los vi allí, sobre mi cuerpo triturado, ensangrentado y sin un solo centavo en los bolsillos... me levanté de mi amalgamado y ensangrentado cuerpo y salí a la calle... miré el sol y sentí contentamiento, mientras mi ser se elevaba hacia su luz, sin parar... |