Soy un ser. Eh nacido y crecido en este lugar. Aqui aprendí cómo satisfacer, o al menos, cómo tener sensaciones de satisfacción ante las necesidades que de mi surgieron. Con el correr de las relaciones humanas (incluyendo todo lo que los seres crearon), este lugar me enseñó a necesitar otras cosas, ficticias necesidades que no tienen base en mi condición de humana. Tal vez el proceso sea así: nacen necesidades de mi; este lugar me enseña qué hacer al respecto; ese respecto cubre necesidades que no tenía y, así las crea.
El conjunto de cosas vividas en todos los planos me trajo hasta acá.
Acá estoy estando en este momento y aca estoy siendo con una coherencia que se extiende el mismo tiempo que dure la noche.
Una mirada. Otro ser. Otro conjunto se cruza con mi momento. Las miradas juegan a encontrarse, a hablarse. Mi mirada cuenta cosas que tal vez no se escuchen (o no se interpreten bien) y también escucha cosas que tal vez no se digan. Los cuerpos intentan ser un canal más de lo que transmiten lo ojos. Las palabras también juegan. Intentan ser canal de lo mismo, sin decirlo. Hablando del todo, pero, diciendo lo puntual. Exponiendo lo general, pero, transmitiendo lo particular.
Nuestras caras y miradas se enredan entre el tejido de palabras. Nos acercamos para divisarnos mejor... Los canales se mezclan, tus ojos miran mis labios; de las bocas ya no salen palabras. Te acercás. De pronto todo el proceso se convierte en un embudo y todo lo que pasó converge en tu boca acercandose a la mia. Veo cada vez menos y contemplo cada vez más. Percibo tu aliento mezclarse con el mio cuando choca con tu cara y vuelve. Respiro profundo. Una situación sensitiva viene hacia mi. Estoy a punto de concretarla. Tus labios, decididos, rozan los mios. Pero, ahí en el instante justo que marca la raya entre el roze de tus labios con los mios y un beso... ¡un momento! Me alejo, miro tu aura... ¿dónde está la magia? nunca estuvo... Tus ojos desconcertados me miran alejarme. Cuando logran volver a su orbitra, me interpretan apartir de tus prejuicios y se equivocan de nuevo. Contraatacan, también tu cuerpo.
Demasiado tarde para contraataques; demasiado temprano ataque para ser mágico.
- Perdón, casi olvido que no me conformo (digo antes de irme). |