Por un momento estaba tratando de recordar como, empezar una historia, que derive a cuento , hecho poesía, pasando medio que a imitar novela y si preciso ser mas exacta, en la caótica y atrevida literatura que me acompaña en nuestros días.
Donde la música mas que una rima o dos develan la historia de muchos, en sus distintos ritmos, quizás algunas mas agradables que otras (dependiendo de gustos), como más profundos o tal vez solo simples notas para alegrar algunos el día o motivar la fiesta de noche en otros.
Si me atrevo a decir que, todas las melodías que se vuelven canto y ritmo de una canción eterna o pasajera, nos recuerdan el ritmo de nuestros días pasados, al escuchar algo de música, o tal vez un día anterior o el preciso instante con una sonrisa, o llanto, con una reflexión o un pensamiento profundo.
Como adoro el momento, cuando estoy en la carretera y solo me dejo llevar por una melodía, tanto es así, que su letra me llena más que un espacio y un tiempo.
Me agrada ese simple placer de la vida que me da la música, en una tarde de enero volviendo a casa a escuchar con mi madre un bolero, o en junio esperando que termine otoño para abrazar el invierno con un poco de blues en las noches cuando te recuerdo...
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