26/01/2009

Anerol:

El tiempo y la distancia te permiten entender si es amor o capricho, en esa enorme distancia conocí la verdadera soledad estar con alguien y llorar en silencio pensando en lo lejos que te encontrabas de mi alcance, saber a ciencia cierta que la culpa fue mía, el miedo me gano arrojándome por la borda al vacío.

Nos enlazamos con distintos corazones soñando una esperanza de olvidar el pasado disfrazándonos de amigas ocultando las heridas, después de mucho dolor y demasiados errores regrese junto a ti; con el magno sello de las segundas oportunidades que la vida solo nos obsequia una vez a quienes luchamos por ellas. No eres mi musa maldita ni mi musa postiza, me convertiste en silencio y en ese silencio mitad decadente mitad romántico, encontré entre recuerdos y olvido a la Dulcinea del Quijote y la Beatriz de Dante… Escribí las letras más tristes que jamás soñé escribir por mortal alguno solo para ti, entre mis manos un no te vayas bailaba un vals con una triste historia de amor atada a un cordel con las letras inmortales que aún no conoces solo para ti, dominando el llanto imparable con un sentido homenaje para un amigo lejano.

Este es mi pequeño y sentido tributo para mi tierno amor, palabras que salen del corazón, te extraño en mis brazos, te deseo en mi corazón, te cobijo en el olvido alentando tu alma a volar en las frías noches del país de nunca jamás… Amor Como el tuyo lo vivió quién por una mujer Infierno, Purgatorio y Paraíso recorrió para contemplarla al final de su camino como una divinidad, virgen sin igual y regresar a su fría morada terrenal.

Solo te pido mi colosal estrella del Norte mi fría princesa Polar, no me despiertes de este sueño donde moro eternamente junto a Morfeo esperando cada noche tu regreso, tus labios son mi dulce veneno néctar de Dioses suplicio de mortales, me despido recordándote mis palabras “Regrese para quedarme”.

Posdata:

Quevedo demoro una vida “DEFINIENDO EL AMOR” yo lo definí con una mirada el día que te conocí.

© Master Marat