¿qué?.. ¿no sabes quién soy?... yo tampoco... acabo de ver Prometeus, película de Ridley Scott... gente buscando respuestas simples y profundas... el porqué estamos, de dónde venimos, hacia dónde vamos... esas preguntas dios mío... el solo hecho de saber que me quedan menos de cuatro mil días de vida me pone deprimido porque aún no sé la respuesta...
estuve todo el día pensando en las cosas que no hice... me faltan hacer varias cosas, como matar, robar, etc... de esas de donde si entras no sales...
escucho a Janacek, músico polaco... y que aparece en la novela de Murakami... me gusta la suavidad y el tono de su obra... la escucho y siento tanta pureza en su obra... me pregunto quién es el que siente... de pronto escucho una voz sutil y directa como si un clavillo entrase en la uña de mi dedo... "ven que la hora apremia"... "ven que la noche es brillante y los colores son una estrella que vibra y vibra con el cambio de tono"... " suplementa tus tiempo con vagas respiraciones, la vuelta de los dioses apura la existencia"...
¿quién será ese?... trato de escucharle cerrando los ojos y buscando de dónde nacen las ideas, los sueños, las melodías... silencio, mas silencio y en medio de todo ello hay una brisa que cachetea mi rostro, una y otra vez... y siento que soy una hoja de un libro por cada aliento que pasa por mi sensor... esto no es cosa de locos, es cosa de amantes...
abro los ojos y noto que algo ha cambiado... no las paredes ni la oscuridad de la noche ni el color de la luz de la lámpara ni la belleza de la música de Janacek... estoy echado en el piso... mis ropas son del mismo color que las paredes de mi cuarto, blancas como el papel... miro la puerta del cuarto... escucho el timbre de la casa... una vieja voz escucho a través de la puerta... es una mujer joven, pero de rostro extraño... me paro y abro la puerta... entra la mujer, no la conozco ni ella me conoce... ¿quién eres?, me pregunta... sonrío y siento que estoy frente a la verdad... las paredes desaparecen... mi cuerpo no lo siento... no respiro... no siento ni escucho a Janacek... estoy y no estoy, de pronto llegan todas las respuestas... y estas son como la sonrisa de un bebé... simple y brillante... somos una melodía hermosa que vibra y cambia, y en ese tiempo respiramos tantas veces como el juego de un gato con su cola...