Tu sonrisa luminosa, arribó a las costas, tomando fuerte a los sentidos, aferrándose con locura a mi cordura.
Ojos pacíficos, llenos de idealismo, ojos de café con leche dueños de tantos desvelos.
Una gracia natural envuelve tus labios, exquisito veneno en un solo beso.
Hoy tus abrazos son inviernos, cuando ayer fueron primaveras, los ecos decían, tan solo es un bonito objeto.
Perdí la cuenta de cuantas veces dije, eres mucho más que eso.
Rugen las palabras.
Flechazos certeros.
El respeto se fue, un dolor silencioso, acaricia los rostros de piedra, diamantes escarchados son los ojos.
Dime tu! ¿Acaso escuchamos la razón? Desengaño lastimero, reflejo de vergüenza, un perdón ha muerto.
No fue suficiente el amor a manos llenas, un agujero negro es el vertedero de tu ego.
El orgullo blandió su espada por ultima vez, como guerrero legendario, llevándose consigo, algo que ahora, solo es digno de un suspiro.
|