Inicio / Cuenteros Locales / sendero / El naranjo
Y se vino el invierno, aún cuando es mayo. La lluvia perezosa y afilada cae sobre el naranjo, ¡qué olvidadizo!, no encuentra la gabardina. Esperaba un chubasco que le sacara el polvo cotidiano y nunca la migaja fría que lo estremece hasta las raíces.
El pájaro verde- limón brincotea entre sus ramas y canta como si el mundo estuviese sordo, siempre lo tolera, pero con este jodido frío, sus pisadas leves duelen. Llegó la pájara y viene de afilarse las uñas, bailan un tango, vuelan y se posan bajo los paraguas del papayo.
El naranjo se enrama sobre sí, tirita, cierra las hojas y, a lo lejos, escucha el parloteo de las aves.
¡El sol no debe de tardar!
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Texto agregado el 11-07-2013, y leído por 388
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