No hay muchas formas de explicar esta situación la verdad. De hecho creo que ésta es la forma de explicarlo, sin entrar en los rodeos o cosas que dificulten el entendimiento. Pero bueno, comenzaré por lo principal.

No sé si recuerdan en qué parte los dejé, pero seguiré desde lo que yo recuerdo.

Q llamó a mi casa después de unos 6 años de estar incomunicados en términos de trabajo. Me dijo que estaba impresionada por el niver de profesionalismo ejecutado por un personaje de nuestras vidas que llamaremos Z. Z, para darles una breve intro, es quien resultó ser el último de "los viejos" vivos que quedaron después de esa noche y para sorpresa de muchos, inclusive para mí, gracias a esta llamada que hizo Q, lograron descifrar que él también había sido el asesino de las gemelas del hotel, donde todo comenzó.

Hablé con Q tanto que mi oído izquierdo literalmente se quemó, a la mañana siguiente tenía una ampolla desagradable en el lóbulo y que pasaba a llevar cada vez que rescaba mi oreja o la patilla de ese lado. La cosa fue simple, tan simple que el caso llegó a acomplejarse solamente porque nosotros le dimos cabida a eso. Resumen en 3 líneas, ahora ya: Ellas sabían mucho, Z pagó por su silencio, una de ellas falló, "los viejos" corrieron riesgos, eran gemelas, ¿cuál fue la culpable?, mejor aseugurarse y bang, bang, 1, 2, ambas muertas. la cartera contenía el cheque a nombre de Z, ellas no lo habían cobrado, anulado y así de simple. Z no perdió dinero ni reputación. C'est fini.

Ahora, lo más chistoso fue cómo declaró. Hubo un caso donde D (sí, el padre de Q) estuvo involucrado con contrabandistas. Después de esa noche, muchos murieron con secretos e información que quedó escondida por años. Un cuarto "secreto", mucha droga, gente del puerto, apetura de otros casos y llegaron a Z. Cuando irrumpieron en su casa, esto es increible, ni yo me lo creo aún, lo primero que ve la policía sobre una mesa es el puto bolso perdido de las gemelas y Z entregándose declarando con las manos en la cabeza por el asesinato.

Es ridículo, ni si quiera fue a rpisión y ésta sí que no se la creerán, lo subieron a una patrulla y no pusieron el seguro en la puerta trasera. Con esposas en las muñecas y todo, logró abrir la puerta y se tiró a la calle en movimiento, un bus lo arrolló y no pudieron ponerlo tras las rejas ni hacer que cantara algunos detalles sobre otras cosas que quedaron en la oscuridad. Parece una buena broma y un plan espectacular.

Yo feliz, Q también, reímos mucho por el teléfono, mi señora también, ahora que lo recuerdo. Creo que puedo morir tranquilo y a pesar que da pena decirlo, no creo que me quede mucho. Aproveché de decirle a Q que tengo cáncer terminal. El buen H ya está viejo, igual que mi pequeño revólver.