Se despertó con ánimos de nada. Su padre fallecido hace un par de días sería enterrado hoy.Buscó un traje discreto que no se viera tan repetido entre las fiestas, matrimonios y otros funerales en lo que llevaba de año. Se duchó y pasó sus dedos por sus mejillas y mentón para comprobar si realmente era necesario afeitarse. Terminó haciéndolo de todas formas solo por hacer sentir bien a su madre y frenar su vergüenza a la "mala" presentación personal. Lustró sus zapatos y se hizo el difícil nudo de corbata que jamás aprendió a hacer bien solo. Enjuagó sus ojos rojos por el cansancio y los cigarros nocturnos, tomó un palillo de algodón y se limpió los oídos también.Le costó trabajo entrar en el pantalón de terno, no por su panza, sino por la basta descosida que por flojera no quiso tomar con sus manos para dejar el paso a su pie izquierdo. Tomó los suspensores que su difunto padre dejó y salió caminando. Tranquilo, reservado y digámoslo, un poco apenado.
-Mamá, déjala así.-No, ni de broma, parece horca en vez de nudo.
Cerró los ojos negando un tanto estresado mientras su madre le hacía el nudo de la corbata otra vez.
Al entrar a la iglesia tomó su celular y lo puso en silencio.En primera fila estaba él, su madre, su hermana, su cuñado y su sobrino. Inclinó la cabeza y dio las gracias al padre encargado de la misa cuando éste se acercó a dar el pésame seguido de dos acólitos.Odiaba dar la paz en las misas. Una fase tan incómoda y poco humana a su parecer. Apretó un par de manos, dio un par de besos y tuvo que salir a fumarse un cigarro.
-¿Tienes fuego?-Sí, claro. Toma, oye, heavy lo de tu viejo... sorry... soy tu... ehm... ¿prima en tercer grado? Creo.-¿En serio? O sea, sorry, no cachaba que tenía una ¿Tu nombre?-Daniela. Hija del tío Pedro, primo de la tía Claudia, hermana de tu papá.-Toma, gracias. No sé si cache al tío Pedro. ¿Está adentro?-No, también está muerto.-Oh, sorry.-No te preocupí, fue hace rato igual. Tu hermana fue a ese funeral. Hace como 4 años ya.-Ah, ya sé quién era entonces, ese día tuve examen, 'taba pa' la cagá'.-Relax, no importa.
En el funeral se quedaron atrás conversando hasta que él tuvo que acercarse a decir algunas palabras. No sabe si lo hizo por deber o porque realmente quería hacerlo. Daniela lo miraba y aunque fuera familia, hasta cierto punto, le gustaba. Apenas terminó recibió aplausos y se fue atrás con ella a fumaras otro cigarro. Ella lo esperaba con el encendedor en la mano.
La gente comenzó a irse y se despidió de todos los que se le acercaron. No muchas palabras. Al parecer todos tenían algo más que hacer en su día.
-¿Querí comer algo? Yo invito.-Dale, ¿Andai en auto?-Sí, lo dejé afuera, cobran ahora pa' entrar el auto en esta cagá'.-Caminemos entonces, paso al baño y nos vamos.-Oka, te espero en la entrá'.
Él sabía dónde y cómo terminaría esto. Se sentía bien, un poco nervioso sí, pero, aún así se sentía bien. La esperó, fueron a comer, luego a su departamento a tomar un café. Café que se alargó echados en un sofá conversando y llenando el cenicero en la mesa de centro, mientras en la tele asumían los alcaldes de las comunas y las noticias cubrían algunas de las más "importantes" y polémicas.
-Sin ánimos de sonar desubicada, creo que tendremos que matar familiares más seguido.-Así es.
Él rió internamente y el reflejo de eso fue un soplido que salió sonoro por su nariz. Se imaginó hace 4 años si hubiese ido a ese funeral. Se volvió a reír para sí. Miró a Daniela, desnuda ahí tirada en su cama, miró al techo como si estuviera agradecido de su padre y sin pensarlo dos veces, repitió.
-Así es. |