Durante años deambulé sin saber qué me ocurría. Finalmente descubrí que estaba muerto, y que todos los conocimientos acumulados durante mi existencia no servían para entender ese vacío que me ahogaba. Comprobé que el sinsentido era lo único que había logrado interpretar.
Era el momento de aceptar el final.
La indiferencia encontró entonces un sitio perfecto en mi corazón.
Sin embargo, hoy he hallado todas las respuestas. Pude comprender cómo desperdicié mi tiempo y las oportunidades que me fue obsequiando la vida.
La muerte física, la verdadera muerte, se ha encargado de otorgarme hace pocos minutos, la tan ansiada sabiduría.
Texto agregado el 11-07-2013, y leído por 374
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Lectores Opinan
01-09-2014
Bonitas y sabias palabras***** romeo8
08-08-2013
Creo que no es necesario morir. El hombre puede anticiparse-con imaginación- a su muerte, y ver las cosas de otra manera: sabiamente. Muy acertada reflexión felipeargenti
19-07-2013
En realidad si fuera necesario conseguir la sabiduría de ese modo,mejor me quedo con lo que sé;pero como historia que lástima que fueran solo cien******
Victoria 6236013
12-07-2013
Ganaste? A mí me parece un relato muy bueno.+++++ crazymouse
11-07-2013
Es valiosa tu participación en Cien.
Un abrazo, querida. gsap