Se teme lo que uno desconoce y se alegra cuando un sueño se vuelve real, ale menos por la brevedad que nos apabulla... Todas las mujeres me temen cuando las miro fijamente, como tratando de meterlas dentro de mí, pero es imposible. No entienden mi idioma ni fuerza mental... Por ello paro solo y muy de cuando en ves vivo de los recuerdos. Veo el rostro lloroso de una de ellas... Veo, o memorizo su epidermis... El brillo de sus ojos al encontrarnos o de susto o alegría... Esos son bellos momentos... Miro mi cuerpo sucio, tirado en la esquina de un burdel, conversando con miles de sombras y siento que la vida es real y apesta... Pasan los días y noches... Mueren y nacen amigos y enemigos... Estoy en el cielo mientras miro las sombras en la esquina de un burdel... Salgo del coso y las mujeres me dicen adiós con la risa de bestias llenas de hambre de amor... Estoy en el cielo, me digo... Camino por las calles y todos se alejan o me abren paso, como si fuera un leproso... Busco un poco de comida en un basurero y lo encuentro...Que fácil es vivir y ser feliz... Aunque nadie crea que estoy en el cielo mientras vivo... Cuando deje mi cuerpecillo, será otro cantar... El dorado, del Sol cubrirá mis pasos y las aves y plantas vibraran por mí ser... El cielo es esto, un hombre vivo entre seres vivos, sintiendo vida embarrada por mis venas...