12/12/2012
Desde hace 15 minutos llueve sobre Bogotá, siendo las 4:12 p.m. la lluvia arrecia, amenazante, imponente, nos advierte que puede sepultarnos vivos bajo su impulsivo dominio... Para muchos el fin del mundo se vaticino para hoy ¿quizás seamos testigos en este preciso momento de una réplica perfecta del diluvio original? ¿Acaso Dios dejo de amar al hombre y le dio la espalda al pacto que hizo con Noé? ¿Después de esta tormentosa lluvia saldrá el arco iris promesa de un nuevo día o será simplemente el final?
Son algunas de las preguntas que la pandemia Maya dispersa por doquier, pero para mí lo más intrigante es que hacer conmigo misma (cuando tengo ganas de verte y al tiempo de decirte NO).
Te pediría tiempo para pensar, ¿pero para qué? si el tiempo es tu factor escaso y yo divago cavilante sobre él, perdida en las poéticas calles de la memoria de un Dios dormido y carnavalesco. Al que ya no le interesa perder. En estos momentos me sangran las manos de arañar el pavimento de esta jungla de cemento, consumidora sanguinaria de sueños y soñadores.
Ser la oveja negra, tiene sus ventajas aunque muchos no las vean, no somos fáciles de olvidar, vamos dejando huella en cada lugar en el que estamos, siempre tenemos virtudes desaprobadas por los demás que aunque causen incomodidad "todos quieren imitar". Venimos con defecto de fábrica ¡pero esa es nuestra garantía de autenticidad! Son más locos quienes se proclaman cuerdos; que quienes miramos la luna para dedicarle un verso y reírnos solos bajo la lluvia de un día tenebroso como el de hoy.
Por eso es que sin mayor molestia te diría:
Mi corazón es una ofrenda legendaria y moribunda, trozo de un diamante en bruto cosechado por las entrañas de la madre tierra, una mina inagotable de bondades al mejor estilo del Rey Midas. Vendaría tus ojos con movimientos estudiados, enmarcando cada trozo de poesía de mi curvilínea figura, sometería tu razón bajo el arrullo de mi voz para hacerte perder el control, dominaría tus emociones con falsas declamaciones y compraría tus encantos en una cama junto a los míos… Atados por sabanas de blanco lino ¡juraría ser tuya mientras me divierto con los gitanos de turno!
Sería como las ninfas del bosque; libre, salvaje, estilizada pero siempre al acecho de la presa de turno, para divertirme como Baco manda y cazar como Minerva lo hacía. Pero solo soy lo que ves, un modelo del año 88, con ínfulas de Dragón en el calendario Chino y de potra desbocada como buena capricorniana. Una nómada solitaria que se mueve entre el mundo de los vivos y el de los sueños, meditando paso a paso, tentando el azar y dejándose dominar por el camino de sus más bajas pero exquisitas pasiones.
La lluvia me motiva, me guía por senderos vírgenes jamás conocidos por los hombres “cuerdos” de la humanidad. Me sumerge, me intimida me hace suya una y otra vez para luego dejarme a mi suerte, morir en la fría realidad… ¡Para retornar a la muerte perpetua la cotidianidad! donde eres tu quién rompe con la monotonía, quién trae el sabor a cicuta y sal de lagrimas que el tiempo jamás se llevará.
No te pido cosas imposibles, solo poderte bautizar ¡mi talismán, mi fuerza, mi creencia, mi fe y mi religión! ¿Es mucho pedir esto? ¿Es mucho pedir fundirme entre tus brazos y no despertar jamás? ¿Reescribir juntos Oración de María Mercedes Carranza; cual tributo al amor y la libertad? Bohemia, rara, loca, torpe, lenta y sobre todo impuntual, recorro a la inversa los pasos de mi amigo el reloj, veo en los ojos del niño hambriento la negación de la humanidad, perdonada por unas cuantas monedas y un trozo de pan… En los ojos del animal abatido por el hombre y traicionado en su buena fe, el amor por la humanidad, perdón y lealtad. Amo más fácil al animal sin techo que al niño que puedo hablar y forjar su propia historia, recriminando su grandeza mientras aboga por la limosna de la igualdad.
Ser diferente, me ha valido sufrimiento, llanto, maltrato y sobre todo exclusión, ¡siempre le temerás a lo que no puedes entender ni manejar! Nunca diré que fui una niña prodigio (pues si fue así no lo demostré jamás) solo sé que fui diferente y eso siempre me valió sufrimiento, un viacrucis que con los años convertí en religión, pasión, belleza y sobre todo admiración. Ser diferente siempre tendrá maravillosas ventajas, hay que romper de vez en cuando con las reglas y olvidarse de los protocolos, permitirse ser libre una luna llena cada siglo, sacar las garras, arrancarnos la piel y ventilar un poco nuestro elegante pelaje animal…
Somos fieras con buenos modales, consumimos los cráneos vacios de nuestros enemigos con cubiertos (que gran diferencia de las bestias, quienes solo lo hacen por necesidad) somos mezquinos, competitivos, rivales a muerte de lo que el otro posee y anhelamos tener, ¡qué importa si no me sirve, si es inútil o no va conmigo, solo lo quiero porque es de él!
De continuar tejiendo este denso entramado de párrafos y párrafos, sería interminable mi reflexión, comencé con una interrogante con cara de crónica ¡que debía ser poema! Y termine simplemente con una perversa reflexión sobre las ovejas negras.
A las 5:50 p.m. hora local de Bogotá, la lluvia comienza a cesar; está cansada, se da por vencida el hombre pacto una vez más con Dios, Noé desde el paraíso mira la tierra con una barra brava de ángeles y guardianes y uno que otro querubín con ínfulas de anarquistas… -La tierra es una chimba dirán unos, otros pensarán semejante porquería; no merece que Dios siga perdiendo el tiempo con esos seres- pero lo que no saben ellos (sabios en la inmortalidad) que nosotros simples mortales sabemos pero no entendemos ¡hasta llegar al final del túnel! (colgar los guayos, chupar gladiolo, capar cementerio… etc.) es una frase tan simple pero valiosa como respirar ¡mientras haya vida, hay esperanza! ¿Y tú aun te preocupas por que una poetiza está un poco sentida contigo? –más bien mata el tiempo con la daga de la indiferencia, mientras trazas estrategias para traerla ante tu presencia, ¿Te estresas porque el sexo se disfruta lento y el tiempo pasa volando? Qué una sardina, atún, róbalo o en su defecto bagre te diga -no puedo, y prefiero creer que apostar- ¿hace tambalear una aventura, considerando que es arrojar todo lo aparentemente vivido por la borda? -habla muy mal de ti, deja claro que no entiendes la frase que ángeles y querubines por la eternidad discutirán- ¡solo te digo que siempre mientras haya vida, habrá esperanza! Lo que más se lucha es lo que más se admira y lo que más se aprecia, pues lo que fácil llega… fácil se va.
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