RELATO CORTOS: EL SOL DE MARTE
Un Nomo en vano copio un documento.
De hechizos y sortilegios, cuando copiaba el documento.
Lo hacia bajo la influencia del sol mas caliente.
El que sale tras la luna del sol de Marte.
No se daba cuenta que aquellos sortilegios desaparecerían.
Cuando saliera a la calle, el sol de Marte tenia ese poder.
Ablandaba los pergaminos y la pasta del papiro, hasta hacerla desaparecer.
Al igual que si de un tierno pastel se tratara.
Así sucedió aquellos papiros desaparecieron entre sus manos.
De nada sirvió todo su esfuerzo, entonces abatido, recordó que
una vez al año la Aurora solar permitían cumplir un deseo.
Era un espectáculo mágico, los rayos del sol bajaban hasta la tierra.
Atravesando las nubes cristalinas, que formaban espejos.
Estos espejos creaban formas de muchos colores, el cielo
se transformaba en un carrusel de estrellas, que se reflejaban en
el suelo, los colores eran los del arco iris, había que pedir una
estrella y un color, y cerrar los ojos.
Si salia la estrella pensada el Nomo que
pidiera un deseo se haría realidad.
Probó suerte aquel duende ladrón y ese día su deseo. se hizo realidad
Se cumplió su suerte, al llegar a casa se encontró con el libro
de conjuros y sortilegios, el original no la copia.
Cuando lo vio en su casa comprobò que los deseos se hacen realidad.
Y entonces en un alarde de bondad y de justicia decidió devolverlo.
A su verdadero dueño, y a cambio recibió la copia de los mismos.
Como recompensa por su honradez, entonces aquel duende extrañado
preguntó;.. ¿ Porqué le daba la copia de los conjuros y sortilegios?.
Aquel Mago dueño del libro de los conjuros le contestó;..
Solo son sortilegios contra el egoísmo, solo tienen validez.
Si se utilizan para el bien ajeno,solo se hacen realidad si es para
beneficiar a los demás.
El Nomo ladrón dijo;.. ¡¡ Prefiero que se queden con el dueño!!.
Yo no sabría que hacer con ellos, salio de la casa de aquel Mago.
Y mientras andaba, y miraba al cielo, pensó que aquel libro era
verdaderamente mágico, pues había cumplido su cometido.
Transformar en Nomo honrado, aún Duende ladrón.
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