Sin importar lo que motive a la mujer a querer controlar la situación, ya sea porque es malvada, porque es insegura y se sentirá mejor manipulándote en lugar de quererte tal cual eres, sea también porque su naturaleza sin ella tener intención la hace actuar de forma controladora, etc. Hay tres formas básicas que utilizara para controlar la situación y distorsionarla a su voluntad.
La primera, la seducción. Su arma más poderosa y que muy rara vez falla, todo recurso es válido, desde colocar rostro de “ternura” al más puro estilo del gato con botas. Puede ser la más puta de todas, puede haberte traicionado con tu hermano y hasta tu padre, pero ese rostro inocente y tierno evoca el perdón. Ten cuidado aquí, ella usara sus armas femeninas para manipularte, usara el perfume que sabes te vuelve loco, vestirá como la más recatada de las prostitutas para tentarte y a su vez hacerte ver que ella no está para nadie más que para ti. Ella sabe que una vez caes seducido, tendrá control casi total sobre ti, sobre tus vienes, tus pensamientos y tu actuar.

La segunda, la victimización. Vale decir que estas conductas son secuenciales, no habrá victima si primero no trata de seducirte, ni habrá ira sin primero haber sido “victima”. En esta etapa, ella convertirá o tratara de convertir toda la realidad a su favor para verse como la “pobrecita” maltratada física o psicológicamente o ambas. Aquí no cualquier recurso sirve, solo basta distorsionar un poco las cosas y creerse la historia como propia y vivida. Ejemplos clásicos serian algo como “por qué me dices estas cosas que me hacen tan mal”, “por qué a mí, ya me decía mi madre…”, “me arrepiento de haberte conocido”….blablabla. En la fase de victimización no hay mucho que agregar, ella es la victima de un tirano y déspota dictador de relaciones, ella ingenuamente y de las mas buena fe, creyó en ti y le fallaste. Error, tú no tienes la culpa al 100 por 100, en cualquier relación, hay más de una persona involucrada, asique no caigas en su juego mental, esta es solo su forma de controlarte, quizás menos efectiva que la seducción, pero en lugar de apelar a tu instinto sexual, apela a tus emociones directamente, tratando de hacerte sentir un asco de persona y que caigas a sus pies como un perro arrepentido de tus crueles pecados.

La tercera forma, la ira. A mi parecer pasada la etapa de la ira, no hay más. En esta fase, ya fallado el intento de seducir a tus instintos y de engañar y culpar a tus sentimientos, solo le queda comenzar a desesperarse, puesto que no ha logrado su objetivo y no te ha sacado nada de lo que ha querido sacar. Por consiguiente se enfada, pero claro, no se enfada con ella misma por ser una cualquiera, sino que se enfadara contigo por no darle lo que quiere, es tu culpa ser el peor tipo del mundo (ja!, como si la muy zorra conociera a los siete mil millones de personas del mundo) y mereces que la ira de los mismos Dioses caiga sobre ti, oh gran pecador. Aquí veras frases típicas como “eres poco hombre!”, “jódete!”, “nunca conocerás a alguien como yo!” y demás patrañas de ese estilo. Vale recordar que la fase de la ira, a pesar de parecer un lapso de quiebre, donde ella querrá alejarse tras desahogarse insultándote, no es así. Esta fase es su último recurso para controlarte, ella espera que tras esos insultos y demás bazofias salidas de su boca, tu vuelvas a ella con la promesa de no volver a fallarle y complacerla como se “merece”, una mujer que no quiere saber más de ti, evitara insultarte, simplemente se irá para no volver jamás.

Una vez pasadas estas tres fases de control, y al no resultar ninguna de ellas, sigue entonces la fase de resignación.

La resignación, esta fase (ya no de control) trata de cómo rompes su inmenso ego, como al no caer victima de ninguno de sus artilugios, conjuros y engaños has logrado doblegar a esa alma de arpía. Aquí ella ya no es víctima ni victimario, aceptara la realidad tal cual es, pero ojo no te creas todo como lo vez, puede estar fingiendo resignación para volver a comenzar el ciclo de control. De ser una resignación honesta, no le digas nada, ni bueno ni malo, deja que ella te explique sus razones y si no lo hace, solicítaselo de forma clara sin insultos ni cosas. A ver qué tiene que decir, como explica su interés, respétala, si ha llegado a resignarse, realmente le importas, aunque haya cometido el gran error de tratar de controlarte a sus anchas. En esta fase tu eres el que manda, tú decides si la dejas volver a la seguridad de la rutina o si prefieres que se aleje, ella ya ha perdido el ímpetu y el deseo vigoroso de manipular y lo que tu decidas estará bien, siempre que sea lo que realmente quieras y no lo que el orgullo te dicta decidir.

En caso de decidir la distancia, pues bien has escogido, aceptar su resignación de buenas a primeras no es lo mejor, le das opción sin querer a que vuelva a lo mismo en algún momento.

Y para terminar esta reflexión, si ella decide volver a acercarse una vez impuesta la distancia por ti, ten esto en consideración, ella jamás volverá a ser como antes, no quiero decir que sea bueno o malo ya que depende de que experiencias haya vivido y quien la aconsejo en ese lapso de distancia, ten en mente que es normal del humano contar sus problemas a amigos y familiares, y es más normal entre mujeres exagerarlos cuando los relatan.

Con esto mi buen amigo, espero serte de alguna ayuda, y para ti querida, espero ser el peor de los clavos oxidados que hallas pisado en tu vida, puesto que no mereces más ni menos, lo justo es justo.