Hoy, extrañamente, me dieron ganas de tomar café.
Eso que siempre alejo de mi tazón. Eso.
Algo estás haciendo desde la distancia, algo que trae y deja
tu presencia junto a la mía
de manera permanente.
Te puse un puesto en la mesa, pero no lo necesitas.
Eres el café.
Y el vapor que respiro, y el calor que siento al tomar la taza, y la panorámica que tengo desde mi silla.
Estás.
Y ahí, donde tú estás, yo estoy.
Texto agregado el 05-07-2013, y leído por 144
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