Insistes en saber,
… y me agrada tu empecinamiento.

- ¿Quién era?... no veo ninguna foto de ella.
- Porque no la hay… además… ¿importa?

Sé que por las noches escuchas y ves lo que sueño.
Sé que te preguntas que paso aquí,
el azul de tus ojos no disimula la curiosidad.

Imaginas escenas grandiosas,
discusiones Borgianas sobre temas infinitos,
agrias respuestas intelectuales enardecidas,
quizá un desfile de mujeres extrañas y un poco alteradas.

Las pinturas acumulándose en rollos polvorientos,
retratos de pasión y caos,
como las reuniones inútiles repletas de ingenio y torpeza alcohólica.

Creo que el frio de este recinto aquieta tus deseos investigativos,
“no tengo estufa porque esto gélido calma los pensamientos”.

Pero a ti no te importa el frio,
no es suficiente,
quieres saber que sucedió en este “castillo húmedo”.
y observas y escuchas lo que sueño,
a la espera del dato preciso,
… la llave a una dimensión que el azul de tu mirada anhela…

el fuego de la imaginación.