Mujer con sabor a fruta madura
Aromada de café por las mañanas
La que guarda los secretos en su almohada
La del caudal de emociones bajo las sabanas
Y con todo su feudo para seducir a los hombres
Esa, es la mujer en los confines del deseo.
Mujer de riendas sueltas con galopes de carcajadas
Curtiembre de sueños, urdimbre de alegrías y penas
La que cabalga desbocados corceles del amor
La que calla al espejo cuando le posa desnuda
Y que duerme incrustada en el aroma de su ternura
Esa, es la mujer heroína de batallas mitológicas.
Mujer desgajando racimos de estrellas en plenilunio
Vendedora de luciérnagas en noches de eclipses
La que cultiva semillas en su vientre y concibe sus frutos
La que se desborda en elogios cuando es amada
Y puebla la oscuridad con un ejército de luciérnagas
Esa es la mujer, el eje del universo.
Mujer que navega sin brújula ni carta astral
Marinera en piélagos y océanos desconocidos
La que corrige el rumbo cuando avista huracanes
La que doblega mástiles y guinda las velas
Y atraviesa mares, golfos de aguas embravecidas
Esa es la mujer, el ancla de los barcos en el puerto.
Esa es la mujer, la pieza más importante de este rompecabezas universal.
Texto agregado el 03-07-2013, y leído por 103
visitantes. (2 votos)
Lectores Opinan
03-07-2013
Con esto, creo que de la mujer no se puede decir más nada.***** HGiordan
03-07-2013
que hermoso tu poema me gusto que digo me gusto me facino FELICIDADES!!!!! dosantos
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