Un perverso día De aquel pájaro azul oigo su canto recuerdo los versos de mi infancia evoco los cuentos de hadas y castillos azules Luego la brisa refresca mi rostro el sol que alumbra toca mi piel los días, los años han pasado no hay castillos ni flores Doy vuelta a mirar encuentro melancolía, sabia alegría, un aroma a café y miles de contrastes mas quisiera traer mi sonrisa. Pero ha sido, la escena final del cuento elegido de solo un perverso día.
Texto agregado el 03-07-2013, y leído por 261 visitantes. (7 votos)