Pedro compró esas hermosas baldosas para su baño, tomando en cuenta que combinaban con los azulejos y con los artefactos. Entusiasmado con su feliz adquisición, contrató a un maestro para que las instalara y a los pocos días pudo admirar en plenitud la obra terminada. Como la cortina de baño desentonaba claramente con el resto, la retiró de inmediato, reemplazándola por una más ad hoc. Veinte días después, en instancias que se disponía a dar una ducha, resbaló en el piso mojado. En su inútil intento por conservar el equilibrio, trató de afirmarse en la cortina de baño, pero esta cedió bajo su peso y cayendo pesadamente, azotó su cabeza en las baldosas del piso.

Causa de la muerte: traumatismo encéfalo craneano. En ninguna parte se menciona alguna culpabilidad de las baldosas o de las cortinas de baño, materiales inertes que pudieron estar arrumbados en la bodega de la gran tienda sino fuese por la casualidad de que combinaban plenamente con el baño del occiso. Armas no convencionales…