corre, corre, oh temeroso guerrero,
sigue al "Puka" que te guía con gran esmero,
huye rápido por los bosques llenos de miedos,
huye rápido de la muerte venida del infierno.
que te ayuden ahora tus tatuajes sagrados,
que te ayude ahora el espíritu del venado,
ruega a los dioses que no te quedes fatigado
porque morirás por grandes colmillos destrozado.
sigue, sigue, al caballo y sus llamas,
no te agotes o perecerás en su rabia,
no te separes de la voz que te llama
pues la voz te guía al día y su gracia.
no veas atrás, por favor no lo hagas
que "Cù Sìth" te sigue por las espaldas,
no se te ocurra desenvainar tu espada
pues esta no sirve contra sus escamas.
por los dioses que has hecho joven guerrero,
por los dioses que has hecho para estar corriendo,
solo a ti se te ocurre desafiar al infierno
y has sido castigado por los dioses del cielo,
ahora huyes por tu vida sin mucho consuelo
si no fuera por el Puka que te guía con esmero,
si no fuera por compasión ya estarías muerto,
si no fuera por sus llamas estarías compareciendo.
rápido, rápido, sus colmillos ya te alcanzan,
su vista endemoniada en tu nuca descanza,
Puka te llama para que al Cù Sìth no satisfagas,
te guía a un precipicio que cae hacia sus aguas.
salta, salta, o morirás entre su garras,
salta ahora o perecerás a barriga destrozada.
confía en el Puka y en sus luminosas llamas
que alumbran la noche de luna siniestrada.
cae abajo del precipicio a la vida,
cae abajo al río al que te guían.
te has salvado esta vez, joven guerrero,
te has salvado de la muerte venida del infierno.
otro día ha llegado, ha amanecido,
el Cù Sìth huye lejos del sol que le da miedo,
pero este no sido el día del fin del martirio,
este no ha sido el día de los perdones del cielo,
pues este fue otro día en que sobreviviste al hielo
y mañana vendrá otro si al Puka sigues compadeciendo. |