Esa noche esperaba yo en la estación de Venecia Mestre. Marcaban ya las 22h40, mi tren llegaría en un par de horas. No habiá mucha gente en la estación. Había un grupo de religiosos cantando bajo la cartelera de trenes. Me paré a un costado a escuchar. A mi lado escuché un idioma familiar. Eran venezolanos. Se habian ido de Venezuela hace tiempo. Segun me contaban, la situación no estaba muy bien allá. Me preguntaban de dónde venía y a dónde íba, la mochila me delataba. Era una familia: padre, madre, hijos y los abuelos. Se impresionaron que viajara sola ya por 4 años. Compartimos breve conversación y algunas risas tambien, mientras escuchabamos a los religiosos.

Me dijeron 'cuídate niña' que este mundo está lleno de psicópatas y se despidieron, pues ya se hacía tarde. De último quedo el padre quien, mientras le daba vuelta al carruaje de su hijo, me dijo una frace que me hizo pensar toda la noche bajo esa luna que me miraba en la estación. Una frace que me sorprendió el que la respuesta resonara en mi cabeza tan pronto terminara él de decirla. Estaba en la punta de mi lengua la respuesta y ni siquiera yo lo sabía.

Me dijo: 'Que encuentres lo que buscas chica'.
Mi mente sin dudarlo por un solo segundo respondió: amor... eso es lo que busco.
Y mi voz, haciendo eco, le respondio: 'Eso espero'.