¿Verde, marrón, amarillo o azul?
Es como intentar apresar una llama entre cuatro paredes, si no se extingue, se escapara por la chimenea en un negro tul.
Ponle un precio a la mirada y descuéntame las lágrimas...
El mapa quebró en dos, la brújula se desorientó de sopetón, lástima de mar pensé, rojo como el carbón, en una grieta de papel maché se escurrió el sol.
Reverberando los contornos de su silueta, indomable, rebarbando el mar como una piruleta, inexorable, contemplando el firmamento, con sus calamares a la tinta haciendo de marionetas, rotas... en el horizonte, dibujando un arcoiris, llano y sin colores, difuminándose de costado desde la otra esquina...
¿Hacia dónde miras caminante?
No hay camino, sólo ruído, sordo e inconstante... va meciendo el aire su sonrisa bamboleando los susurros de esta elíptica, que diseñan en el albo sueño las sirenas...
Volaremos... en bandadas vaporosas... e insondables
¡ Ahí seamos excrementos, o babosas, del rugir de las gaviotas ! |