"Hermosa figura" - Decían.
Era una figura perfecta capaz de amoldarse y acoplarse a cualquier muñeca de figurín de costurera, bella: alta, delgada, tez blanca, castaños rizos, piernas largas, largas y hermosas pestañas, con dos chapitas color rosa en las mejillas cual muñeca de porcelana,cintura a menos de 60, y dos pequeños volcanes...así la pedía la sociedad, así surgía su belleza pura; sonreía, las miradas fijas eran su satisfacción, la sonrisa de los demás su trofeo, era feliz...
16 años...cuatro ya habían pasado; volvió su dieta más estricta, había cambiado de talla, el poner su cuerpo en sus vestidos era como intentar sostener una camisa en una vara de bambú; iba a fiestas mas nunca probó bocado, salía con familia y nunca merendaba, el líquido y los cubitos de hielo saciaban sus mentiras para ahogarse en ellas, mas el espejo de su cuarto seguía repitiéndole en silencio con vos suave, con eco que de su cintura rebasaba la piel, que la celulitis había invadido sus estilizadas piernas y que pronto el no sería capaz de reflejarla completa. Mas a nadie le importaba su madre era una importante mujer de negocios y su padre un reconocido abogado, no hay tiempo para asuntos familiares, unicamente llegar a casa a descansar y recargar, claro había que ampliar la casa.
Estaba sola en casa cuando ocurrió, el hambre visitó su cuerpo y en un instante engulló medio kilo de cubitos de hielo sabor uva que ella misma preparó una noche antes a hurtadillas, subió a su cuarto y dispuso a cambiarse de ropa, pintó de rosa sus resecas uñas y peinó su escaso cabello castaño quedando en cada cepillada dos tercios de cabello, subió la cremallera de su vestido y se miró al espejo...ahora se veía a sí misma una mujer hermosa y delgada pero la imagen se hizo borrosa y de pronto se encontró con la cara pegada al piso.
Ya han pasado dos meses y aún no ha abierto los ojos...hasta hoy no despierta del coma.
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