Sé que ya no estás y aún así te dedico mi melancolía que se derrama día a día, ya no estás y aún sigo aquí viviendo de las sombras de los recuerdos que me han dejado los momentos efímeros que viví contigo y que han quedado ocultos en el pensamiento.
Ya te has ido y estoy solo, y sin embargo aquí estoy presa fácil del dolor del pánico que implica no escucharte o sentirte cerca, ahora ya no te veo una hora diaria sino que te veo todas las noches presente en mis sueños, en aquellos que me acorralan me aprisionan y me desgastan. Nos dijimos adiós hace un mes y aún no me resigno a perderte, escasa cordura que aún sabiendo que no te tengo me tortura deseando tenerte cerca.
Ya te has olvidado de mi, y yo no hago ni si quiera el intento de escapar de tu recuerdo, hago viajes solo, leo más que antes, hago ejercicio, trabajo más, a veces en ocasiones se me salen unas cuantas lágrimas, cuando te recuerdo y me doy cuenta que no estás a mi lado, hay momentos que quisiera gritar, destruir todo a mi lado sacar la rabia que tengo de saber que no te tengo y que le perteneces a otro, hay veces que solo lloro derramo un par de lágrimas finjo que todo está bien y me repongo, hay noches que te sueño en mi habitación, que te beso, que te hago mía y que me entrego a ti, solo te extraño mucho solo eso, es así de simple, no hago más que pensarte, no hago más que tenerte presente en mis cosas, haciéndote más eterna que antes. Ya no estás me has dejado, te has ido, y las promesas y los juramentos no representan nada más que palabras de un ayer feliz lleno de caricias de amor y de pasión. Te has ido me has dejado y el nudo en mi garganta no se ha ido desde el día que nos despedimos, las lágrimas aún no han secado y mi alma en las noches solloza de la pena de no verte ni escucharte, al otro lado de la luna la miras igual que yo, sin embargo tengo la certeza de que tu duermes las noches acompañadas de él y yo las duermo solo en mi habitación presa fácil de tu recuerdo. Es cierto me equivoqué mi experiencia no me dio para saber sobreponerme de un desliz y me dejé llevar por la química por tus lindos ojos y tu forma de ser, fuiste más que todo y casi fuiste mi infinito. No sé donde estés y tampoco por donde dibujes tu andar, no soy yo quien sostiene tu mano, ni seré yo quien te apoye o te cuide, no sé dónde estás y este dolor que se asemeja a una enfermedad me hace daño, donde estés mi dulce niña mi amor encantado espero que estés bien. Si preguntas como estoy, solo diré que estoy aquí esperándote como siempre te lo prometí. Te fuiste hace un mes ya no sé nada de ti nunca supe cuánto te ame ni cuánto me amaste, nunca supe de que eras capaz por mi ni yo por ti, pero solo sé que este dolor, esta pena esta melancolía y esta nostalgia está en mi corazón y no me ha dejado.

No te has ido no me has dejado, tu recuerdo vive en mi como tus caricias, tus miradas y tu voz, eres eterna en mi y eres mi amor que nunca se irá, eres el sol que me despierta al amanecer y me invita a vivir un nuevo día, eres la luna que me invita a vivir las noches y eres las estrellas que están en el amanecer, eres las horas de mi reloj y las manecillas que giran, eres el viento que golpea mi rostro, y el agua de lluvia que moja mi piel, eres el aire que colma de vida mis pulmones y eres las canciones que deleitan mis oídos, eres el dulce de las frutas, la belleza de las rosas, eres mi pasión mi motivo más bonito para hacer las cosas y continuar, porque si no te tengo aquí no es porque no haya querido sino porque tal vez en tu infinita sabiduría me enseñaste que la vida te podrá dar muchas cosas para hacerte feliz pero no siempre te dará las cosas que tú más quieres, Selene.


Att. Manuel Alberto