Aquella mañana era especial, de todos los rincones diferentes, los participantes habian llegado para justamente emular una vez la aventura que sucedia cada vez que entraba la temporada. Todo estaba listo, un hermoso terreno azul en donde serian presentados a los demas que pacientemente serian espectadores de los espectaculos.
Habian estado apretujados en un solo cuarto, pero finalmente la luz del sol habian llegado a despertarlos, aunque sus ropajes poco parecian deportivos, la fantasia que aquel lugar abundaba lo hacia parecer poco importante. No importaba que tuvieran botas, o pantalones largos con chalecos de mas, cuando compitieran estarian tan listos como pudieran.
Y es que todos los juguetes nada mas esperaban una cosa, dar lo maximo para el pequeño Alonso, los legos, numerosos y coloridos tenian representantes para cada deporte, las figuras de accion, contaban con grupos para los deportes que requirieran equipos para participar, los robots de juguetes, transformables o no, eran los representantes de la tecnologia, inclusive los carros contaban con un equipo deportivo, claro, nadie dudaria de su dominio en las carreras, los soldaditos de plastico por un dia no se debatirian en combates terribles, aunque leales a una nacion, esta vez competirian en deportes y no en juegos de guerra.
Y todo organizado simplemente en la mente de un solo jovencito, el cual solo un par de horas atras habia sido maravillado por el hermoso espectaculo de union que produjo la inauguracion de aquellos juegos. Los de el no tenian la magnificencia de poder ser vistos por millones, pero sus juguetitos compartirian la emocion vista, la antorcha, construida tiernamente a partir de papel de construccion de rojo, amarillo y anaranjado habia sido colocado ya en las manos de una de las figuritas de accion quien llevaria el fuego olimpico hasta el centro de un tazon que habia logrado cachar de la cocina de su madre.
El suave piso alfombrado era una maravilla para practicar lo que fueran los deportes con un hermoso azul oscuro, mientras que las canicas serian los balones para los deportes que los usaran. un par de pequeños tuquitos con un palito chino balanceandose entre ambos serian la barra del salto alto. Con este mismo material estarian hechos los marquitos para practicar el balonpie.
Tal vez no podria practicar todos los deportes que quisiera. Pero hayaria la forma de lograrlos, una pequeña pileta en el patio seria la alberca para la natacion, solo faltaba algo... Las medallas que se darian a los ganadores. Donde encontraria algo que fuera lo suficientemente pequeño y que pudiera representar ese maximo premio...
Los juguetes se quedaron pensando en que manera podrian ayudar al joven organizador de tan noble torneo, se vieron unos a otros, buscando alguna respuesta, pero los soldaditos y las figuras de accion solo conocian el constante combate diario en diferentes aventuras, los carros recorrian ciudades construidas en tucos o en competencias realizadas entre ellos, los aviones que habian solo conocian el cielo.. Pero todos volvieron sus miradas a los legos, algunos de ellos vieron a lo que se referian, ya que algunos de ellos habian defendido su gran barco construido con compatriotas, una pequeña cajita de tesoros, que contenian las mas aun diminutas moneditas que eran el oro de aquel pirata Barba Roja, tambien el joven Lego Hood recordo las propias que habia logrado asaltar una vez de los bravucones soldados de un castillo y como los habia escondido para entregarselos algun dia al pequeño Alonso en una causa noble. Parecia que habia llegado.
Alonso volvia triste de su expedicion por la casa ya que no habia encontrado nada. Pero vio sorprendido a los legos, que ahora tenian un par de cajitas de tesoro, las abrio para descubrir las moneditas de oro, que tenia tiempo de no ver, pensaba que se habian perdido.
Salio corriendo y con ayuda de su madre, que amaba las cosas que creaba su hijo, le ayudo a ponerles un hilito a cada monedita, pegadas con cinta adhesiva y eso completo los preparativos, finalmente se realizo la inauguracion, y durante el resto del dia y los siguientes, los juguetes compitieron, como era de esperar los carros obtuvieron en correr, mientras las figuritas de accion sacaron las medallitas en el futbol. El salto se lo quedaron los legos. Todos disfrutaron mas que la medallita que les colgaba en el cuello (o en la parte que pudiera colgarse), la sonrisa con la que el joven organizador Alonso las entregaba.