Un día sobrevendrá
largo y sediento,
ni la noche
podrá callar su fin
será más oscuro que ella,
mas inclemente
que cualquier movimiento
sísmico.
La luna será de fuego,
el sol se apagara
y las rocas arderán con sus gusanos.
El hombre existirá más sombrío
menos cruel, mas ataviado
en su rol desaprensivo.
Ese día una lluvia mojara
el círculo de la ilusión
frustrada, y en su final
solo el silencio se apagara
siniestro y mudo.
MARÍA DEL ROSARIO ALESSANDRINI
Texto agregado el 11-06-2013, y leído por 289
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