El hombre demasiado bueno (participante del certamen Cien VII)

El hombre caminaba por la plaza y vio a un niño llorando.
- Mi gatito... allá arriba, en el arbol, no quiere bajar. - lloriqueba el pequeño.
- Yo te lo bajaré, solo espera aquí.
Subió al arbol y cuando estaba a punto de atrapar al condenado gatito este lo arañaba y subía mas alto y mas arañazos y mas alto. Sus manos arañadas ya sangraban.
Ya casi lo tenia y... ¡zás! Se le quiebra la rama y cae rebotando como pelota.
Internado. Perdió un ojo, una oreja y se quebró en cinco partes.
Al recobrar la consciencia preguntó:
- ¿El gatito está bién?

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