-¡Dime dónde está!- Le gritó una voz áspera en la cual una nota estridente comenzaba a aflorar, nerviosa.
-¿Quieres morir aquí?- Escuchó esta vez cerca del oído poco antes de notar otro brutal golpe que le hacía saltar un diente. Con calma, abrió los ojos para ver las paredes de su mazmorra. Pensó que jamás saldría de allí con vida, que ya estaba todo decidido, que se había cerrado la puerta.
-Maldito cabrón, dime dónde está la llave.
Abrió una sonrisa deformada por los golpes y dijo:
-No hay llave. Estamos encerrados.
Un cien de estos
Texto agregado el 10-06-2013, y leído por 409
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No hay llave....estamos los dos encerrados....tu me vas a matar pero después morirás solo porque no sabes donde está la llave para salir de la celda. Yo si lo entendí....y me gusta.Five stars. maunere
27-02-2014
Uy, qué sádico... ¿quién es la víctima de quién en este relato? Muy bueno, retorcido... Ikalinen
31-08-2013
ups...¿no se entiende o estoy mal de la neurona? filiberto