Hoy el día se ha tornado gris...
hoy me he vestido de negro,
las flores están tristes y opacas,
el aire parece asfixiarme con su melancolía
y esa brisa...
esa brisa que me recuerda tu olor.

Fue triste despertar hoy...
y hacerme a la idea que ya te habías marchado.
Ahora la distancia nos apremia
y los recuerdos vienen a nublar de nuevo mis pensamientos.

Nunca olvidaré esa noche,
donde los ojos poblaban el firmamento
y la luna se dejaba seducir por la magia y los abrazos eternos.

El tiempo amenazaba con acabarse
y las sombras dejaban de caminar tras de nosotros.
Entre tanto, mi cuerpo atribulado ya comenzaba a extrañar tu presencia,
el frío golpeaba mi pecho,
y la despedida se acercaba con furor.

Miré hacia atras, como siempre lo hago en sueños.
Ya no estás...
yo solo deseaba iterar el último momento...
pretendiendo revivir inútilmente ese "adiós" que nunca existió.
Ese adiós insólito entre los dos,
de besos invisibles y abrazos fugaces...

Puede ser este el principio del fin.
El tiempo se encargará del resto
y la memoria conservará los buenos momentos.
...