Día de verano
Estaba calurosa la tarde, parecía que humeaban las calles. El sol radiante, el cielo azul sin nubes. Los muchachos en sus juegos cotidianos. La madre tenía el cabello rubio hasta los hombros. Sus ojos se habían copiado del azul del mar, que estaba tan cerca.
Su atuendo modesto, pero su hermosura era su traje especial y totalmente diferente a todas las mujeres del lugar.
La llamaban "la extranjera"; con sus conocidos era amigable, pero
procedía de un lugar totalmente lejano. Tenía cinco hijos tan bellos como ella. Su esposo salía al trabajo, muy temprano en la mañana.
Una tarde, tocaron la puerta. Ella llevaba su indumentaria de ama de casa y su belleza incluida.
Abrió la puerta, y apareció un hombre negro de mediana edad. Se
observó en sus ojos de mar, y le surgió un piropo ante la hermosura contemplada.
El le dijo__ ¡qué maravillosos ojos!
Ella con pedantería le respondió __ ¡déjame, pedazo de negro!
El se enfureció, miró al piso y sus ojos parecían candela.
Sentenció, ___ así me tratas,¡ pedazo de bicha!. Verdad te digo, que a esta misma hora, mañana te irás corriendo detrás de mí.
Ella dijo __ja,ja,ja ¡negro hediondo!
Pasó la tarde, y su esposo llegó. Ella dio de comer a sus hijos y rápidamente se lanzó en la blancura de su cama. La noche no fue como otras. Su esposo dormía a su lado y ella tenía una inquietud inmensa, no sabía de dónde surgía.No sabía si era de su cuerpo o su alma, no tenía idea.
Su esposo debió regresar a su empleo. Ella quedó marcada por el insomnio, la inquietud y sus bellos ojos afiebrados. Pronto el malestar se mostraría mayor en su cabeza rubia. Se decía __¿qué me pasa? es un día como otro.
Sus ojos visitaban cada minuto, el reloj de pared; como constante en ese tormento. Recordó la visita anterior, y sus duras palabras. Revolvió su cabellera rubia, en un gesto de expresión de dolor. Abrió la puerta y vio la inmensa calle. A ella, la dirigirían sus pasos.
Allí vio al hombre de color pasar a lo lejos. Ella con su modesta bata. Intentó alcanzarlo una y otra vez. Así hasta que nadie la observara.
En la noche llegó su esposo al hogar, encontró los niños hambrientos y desaseados; la casa totalmente desarreglada. El preguntó a varias vecinas, y le dijeron que ella había salido corriendo sin rumbo fijo. Pasó un día detrás de otro y los vecinos jamás la volvieron a ver. Algunos dijeron __se la llevó la malvada magia.
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