No hay lírica en la espera de la muerte,
solo hay agonía.
No lo hay tampoco en el apego estúpido
a la vida,
simplemente es costumbre.
No hay pasión que no se funde
en la sangre.
No hay sexo imposible,
solo hay miedo.
El sol corre ligero
y las aguas del río de la plata
siguen anhelantes de cadáveres.
La política es arte y
el arte es ese inmolarse por las estrellas.
Texto agregado el 09-06-2013, y leído por 127
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