Todos, alguna vez caminamos metafóricamente de ojos cerrados, no queremos ver, lo que pretendemos esta oculto en el mundo, a la luz del día o a la luz artificial, en las noches de una ciudad. La gente común se envuelve en su ficticia felicidad, es más feliz conociendo lo básico, sin saber detalles; pueden ser de vez en cuando parte del espectáculo, otras espectadores pasivos.
Para sobrevivir, las rutinas son el pan de cada día. La gran mayoría va por las calles polvorientas, repitiendo su secuencia funcional. Marionetas o títeres coexisten junto a los que, a veces o siempre, toman el roll de titiriteros. La vida es relativamente buena, se hace un plan, la secuencia mas adaptable a las necesidades, no todos se detienen a pensar, si esta bien o esta mal, es necesario o no.
¿Que hace el titiritero? el simplemente reflexiona un poco en su beneficio, vive de esto, se sacia de aquello, busca los hilos correctos, analiza y empieza su juego indirecto. Debemos reconocer, es un arte egoísta, malévolo, hacia fines lucrativos o satisfacción de los bajos instintos.
Pasivo agresivo o solo pasivo, van cambiando los hilos a diferentes manos; si la supuesta secuencia llega al hastío, solo para caer en otra. ¿Que es un títere? ¿Que es una marioneta? Aquel movido a voluntad de su titiritero, siguiendo unos cuantos pasos repetitivos, amarrado a los hilos. Le deja sentir, una falsa sensación de libertad.
Pinta por las calles, tu aburrida existencia libre de escrúpulos, toma tu marioneta titiritero, llena las perdidas con tu maquiavélica sonrisa, las rutinas del sadismo de tus actos. Ilumina las noches con unos ojos repletos de perversión, captura la voluntad, entre tus manos silenciosas y audaces… Experto reclutador. Juega, juega titiritero, deja pasar rápido el tiempo, desgasta las marionetas, hasta exterminar toda señal apetecible, a tus propósitos.
En la intimidad del baúl, lloran los dones perdidos en la voracidad, lloran su vergüenza hechos jirones, dan la cara solo para la oscuridad de sus lamentos. Temerosos de mostrar su mirada de vacío, sus almas quebrantadas; son tan miserables. Inconsciente o consciente mente eligieron su rol. El tiroteo diario hizo vulnerable su escudo, hasta desvanecer.
Dime titiritero ¿Recalibraste tu arma? ¿Afinaste puntería? No sé que fue, pero algo dentro murió, el vacío inundo cada espacio, las arenas movedizas vencieron el último destello de resistencia. No hay estrategias de escape, solo seguir inmóvil, si hay suerte morir de inanición.
La vacuna surtió efecto, el virus evoluciono muy dentro, se adaptó a mi cuerpo. La inmunidad adquirida, se tradujo en indiferencia… La desprecio, me hace menos real, menos ser humano. Ya no queda mucho para ofrecer, solo una predecible y automática sonrisa, poco apropiada, una sonrisa silenciosa, que asiente sin voluntad, como una marioneta.