entonces el mensaje voló alto, voló con ira, voló con rabia, voló con tristeza, voló con pena, voló tan alto como pudo haber sido. mientras esto ocurría el tiempo pasaba revelando el ambiente, el motivo, el canal, el conducto y el contexto. había pasado bastante tiempo para los que estaban dentro de este mensaje, bastante tiempo, tiempo durante el cual la vida parecía repetirse, la vida durante la cual este descontento se había hecho presente: las luchas, las veces que corrieron, las consignas, las piedras, los que cayeron y los injusticiados... bastantes emociones... sobrecarga de emociones que iban guardadas en una carta tan pequeña, tan transparente pero sin embargo tan completa, millones de palabras y gritos iban en esa carta.
la carta voló por los aires hacia el punto donde debía llegar... para muchos no es el punto donde debe llegar, para aquellas personas que quieren expresar lo mismo pero en otra carta. en verdad no importa si es bueno o malo el canal, eso es lo que menos importa al lado del mensaje, porque cuando ese tipo de emociones hace manifiesto requiere de una carta especial y esa es la carta que ahora vuela por los aires. otras personas están descontentas por lo mismo pero sus situaciones de vida no provocan las mismas emociones. los que participaron en la escritura de esa carta tuvieron una vida dura, la mayoría, o por lo menos los más comprometidos. muchos los tratan de vándalos, pero ellos solo se están expresando, es como si fueran niños dejados de lado por sus padres: malcriados, desordenados y destructores, sin embargo todos saben a que se debe y nadie los culpa, ¿entonces por que culpar a los mensajeros si ellos son solo víctimas de sus malcriadores?.
la carta estaba llegando, cada vez estaba más cerca, entonces los expectantes alzaban sus corazones los cuales latían a mil por hora, no solo los escritores de la carta si no también los descontentos que no habían participado en su escritura porque, a pesar de que estaban en contra, en el fondo esa carta también los contenía a ellos, contra su voluntad en un principio, pero finalmente ellos sabían que era así, lo negaban, pero lo sabían. todos estaban expectantes a la hora que llegara... ¿que iba a pasar?, ¿sería bien recibida?, ¿llegaría correctamente al punto?, ¿sería entendida?, ¿se acabaría el conflicto?, ¿sería resolutiva?, tantas preguntas, tantas respuestas, no todas son agradables pero todas dan paso a algo más grande.
había pasado bastante tiempo, pasaron años, pasaron décadas, siglos e incluso milenios, toda la memoria se despertó en un solo descontento, pero finalmente la espera rindió sus frutos, valió la pena esperar tanto tiempo para ver como la carta llegaba finalmente.
la carta llegó a su punto quebrándose, saltaron sus esquirlas transparentes por los aires como estrellas incandescentes, era el punto álgido, era la emoción en su máximo esplendor. la carta lanzó su fuego cargado en ira y rabia en donde volaban las palabras en llamas sobre los hombres, los cuales, con miedo ante tantas palabras, se protegían con sus escudos.
la carta no fue bien recibida, el receptor dijo que esa carta no era válida, que no expresaba nada, que iba vacía, que solo expresaba vandalismo por parte de minorías, sin embargo valió la pena, porque muchos de los que no participaron se dieron cuenta de como pueden llegar a ser negadas sus voces las que quedaban silenciadas, entonces decidieron unirse para que eso no ocurriera, para seguir enviando cartas, porque esas cartas volaban como estrellas, y una estrella fugaz cuando pasa por el cielo puede ser ignorada por muchos, pero cuando hay una lluvia de estrellas nadie puede ignorar tal magnificencia, tal espectáculo. solo basta esperar el día cuando llegue esa lluvia, entonces habrá respuesta, entonces nadie podrá callarnos, porque el ruido será tan ensordecedor que nadie podrá decir que no se escucha nada... solo les quedará suplicar que nos quedemos sordos. |