la nieve es tan fría desde aquí,
¿los hombres me habrán de recordar
cuando yo ya no pueda vivir?,
¿la furia irán a azotar
cuando por razones yo ya no esté acá?...
los ideales se van en llaga,
la nieve es roja por una bala,
la muerte es solo un proceso más,
ya después no hay nada más que amar,
caminos naturales sin orar,
sonidos guturales sin cesar,
el dios se ha caído para atrás
y yo no lo he de asesinar...
pero el dios enemigo no es el de maná
si no el de carne y hueso, aquél haragán,
pero este de aquí no es el final,
es solo el paso al grito "¡no más!",
la bandera ondea sin parar,
¡a los dioses nunca más hemos de halagar,
pues nosotros no los vamos a sustentar!,
¡aquí nunca más los vamos a soportar!,
¡que el cielo se queme antes de arrodillar
al obrero singular ante semejante holgazán!,
¡eso en mi vida no pasará!
¡jamás!. |