Éxito
Un ostentoso y joven caballero (oséase moi) entra a una repelente caverna más conocida como discoteca, en el cual habitan seres con las hormonas un tanto alteradas (por no decir que parecen primates en celo), que navegan en la extensa odisea en busca de poder dar rienda suelta a su lujuria, o como yo lo llamo, de poder faltarse el respeto en un alojamiento temporal.
El sujeto en cuestión decide acercarse a la barra en donde había concertado una cita con su queridísimo amigo Jack Daniels, para charlar un poco sobre viejas anécdotas y problemas varios, a lo que intuitivamente decide girar su cuello y se estrella contra unos impenetrables ojos azul cobalto que le miran fija y sensualmente, haciéndole caer en la obligación de tener que entablar una conversación con la susodicha mujer. Entonces el hombre como generoso caballero que es, decide invitarle a una copa a la más lasciva que perspicaz mujer, la cual acepta el convite con un pausado y erótico guiño de ojos en forma de afirmación. Acto seguido, la mujer toma el control de la conversación y empieza a disparar desinteresadas preguntas, lo que conlleva a una charla un tanto... ¿jocosa?
...
- Entonces, ¿dices que eres escritor?
-Así es, aunque más bien se me podría considerar como un apostador. Ya sabes, esto se divide en dos grupos; están quienes viven de ello, y luego está el resto, los que son simples apostadores.
- Ya bueno, pero has dicho que escribes árticulos en revistas y que acabas de publicar un libro, ¿no? algo así como "la enfermedad y el tiempo"...
- "Una enfermedad llamada tiempo". Pero el mero hecho de haberla publicado no significa que haya dejado de seguir siendo un apostador. Además de que...
- Bueno, sí, como sea. Y dime ¿qué hace alguien como tú en un sitio como este? (¿Tópico, dónde?) no pareces el tipo de persona al que le vayan este tipo de sitios.
- Estoy realizando una ronda de reconocimiento para una investigación de un futuro artículo que quiero escribir. Aún no me he adaptado del todo a la fauna que habita por estos lares, pero creo que voy entendiendo poco a poco el dialecto que utilizan entre ellos. Por ejemplo, si una persona se acerca a un amigo suyo debe decirle -"¡Qué pedo llevo!"- y el otro responde -"¡La caña tío!".
Además de que he notado que el único objetivo de estos primates es ingerir la máxima cantidad de alcohol posible, destruyendo toda probabilidad de que en sus diminutos cerebros habite neurona alguna, y así adquirir el valor y el coraje del cual antaño no disponían para poder ser capaces de entablar una conversación con una hembra de la fauna local y terminar seduciéndola.
Bueno..., lo de entablar una conversación lo digo por ser modesto, porque por lo que he podido observar más bien parece que el hombre totalmente envalentonado se abalanza sobre la hembra en cuestión cual bestia hambrienta e iracunda sin escrúpulo alguno. Parece que lo va a devorar entero, por Dios!
Pero lo que más me sorprende es que estos "seres" sin ápice de elegancia alguna logran con éxito su objetivo. Es cierto que no siempre, hay hembras que esquivan rápida y velozmente los intentos de besuqueo por parte de los machos, dejándolos así en evidencia. Esta técnica milenaria es conocida como "La cobra".
Aún y todo suelen ser una mínima parte, ya que la mayoría de las hembras sienten la misma necesidad de satisfacer sus deseos sexuales y deciden convertirse en unas AUTÉNTICAS Z.... ejem, en unas damas un tanto desvergonzadas y ligeras de ropa, llegando al punto en que los pantalones y las bragas alcanzan la misma talla.
- ¿Oye no nos estarás llamando zorras, no? -Pregunta desenfadada, y un tanto bebida-
- Muy observador por tu parte. -Respondo-
- Pues que sepás que no todas las mujeres somos así.
- ¿Acaso no os insultáis entre vosotras llamándoos zorras?
- Pero que ellas sean unas zorras no significa que todas lo seamos.
- Una lógica aplastante, sin duda alguna. Mira, esto...
-Laura.
-Mira Laura, yo tenía un amigo llamado Dracula que a los 90 se alimentaba de vírgenes, el pobre murio de hambre hace dos semanas.
- ¡Eso no tiene sentido alguno! -Riéndose-
- ¡Pero si es verdad! Es la regla que afirma la excepción.
- Anda tonto coge la cazadora y vamos para fuera que no soporto esta música.
...
Así había planeado yo que sería la persona con la cual me encontraría en un antro como éste. Así era como nos hubiésemos reído de estos "seres" tras salir de aquella maldita caverna. Pero claro, a uno no todo le sale como lo planea, y si sustituyes a una notablemente lúcida y divertida Laura por una borracha, inculta y basta llamada"La Sheila", obtienes el resultado de mi extraordinario éxito. En fin, si ustedes creen en la frase ‘yo creo en un mundo mejor’ deberían empezar por quitarle la palabra ‘en’. Ánimo.
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