Pretension

Es casi el alba y aunque hace un poco de frio estoy sentado en
la arena suave de la playa junto a un gran trozo de arbol ardiendo y
que aún da bastante calor,es el mes de febrero y el clima esta bien por
esos dias la noche paso entre amigos tocando guitarra y bebiendo algo
para compartir la juerga.
El lugar es una playa paradisiaca cerca de donde estoy hay un
gran bosque en el que se alberga un camping repleto de carpas y casitas
de veraneo aun la gente duerme corre un viento frio,la amanecida es un
poco gelida hasta que aparezca el sol y nos devuelva un día mas de vera_
no.De pronto a la distancia se vislumbran aun como sombras algunos pes_
cadores que aunque no es común la pesca en la playa,ese día lanzaron
una red la cual operan desde la orilla luego que un bote la extiende mar
adentro,uno que otro comprador oriental y una buena pesca se desarrolla
en casi una hora.
Esos dias son como una fotografia en mi mente mas tarde habra de
extrañarse todos esos momentos cuando sumido en la vida de ciudad a veces
se busca en los recuerdos emociones de tiempos felices.
Un dia me encuentro en pleno centro de santiago a una jovencita
risueña su cara me es familiar esta sentada en una gran galeria del cen_
tro es la pequeña Elizabeth recuerdo su cara de esos dias en aquella pla_
ya,ella muy chiquita paseando sus perros,casi ni me reconoce es que ya es
una adolescente un poco mas vergonzosa.
así,así va pasando el tiempo sus caras son distintas sus facciones
se han vuelto un poco mas duras es el pasar del tiempo la seriedad que se
yo,aún encontrarme con pequeños,ahora ingenieros,abogados y uno que otro
envejecido por la dureza del paso del tiempo es crecer mas y mas y enveje_
cer.Aunque me resista a que el paso de los años me borre esos recuerdos.
Es que algun día en una de sus canciones el gran Atahualpa Yupanqui
pretensiosamente le pide al poeta cantar al que tiene hambre al que lucha
por un trozo de pan.
Estoy buscando la mejor forma de digerir los cambios que nos da
el tiempo de volver a la fogata no como antaño solo de juergas sino compar_
tir como en ocasiones algun trozo de pescado cocinado a las brasas con algun
sufrido obrero del mar como tambien lo hice algun día y entre historias de a_
venturas mar adentro y un te caliente en una lata de conserva transformada
en improvisada taza,contar los años pasados para entregar a mas de alguno
una gota de esperanza.