LOS AMIGOS VERDADEROS
(Sugonal)
A medida que crecemos y caminamos por la vida vamos conociendo mucha gente, teniendo muchos amigos. No pocas veces nos hemos topado con casos que, creyendo que eran una amistad verdadera, han resultado todo lo contrario y los recordamos como "falsas amistades" que no dejan nada en el alma, y que la poetisa chilena María Eleonor Prado Modinger ha definido magistralmente en uno de sus trabajos publicado en La Pluma Impresa así: " La falsa amistad es como una puta esquiva, se viste con sus mejores trapos, seduce y se va; se apoya en los faroles, se fuma un cigarro, ríe y bebe, mas deja el suelo infértil, orinado e inservible".
Sin embargo, cuando se pasa el medio siglo de edad, el ser humano termina de aprender que, INEXORABLEMENTE
º El tiempo pasa y no se recupera.
º La vida continúa. No se detiene.
º La distancia separa.
º Los niños crecen.
º Los hijos dejan de ser niños, se independizan y se van separando de sus padres.
º Los empleos van y vienen.
º Las ilusiones, los deseos, la atracción, el sexo se debilitan.
º Las personas no hacen lo que debieran hacer.
º El corazón se rompe.
º Loa abuelos y padres mueren.
º Los colegas olvidan los favores.
º Las carreras terminan.
Pero los verdaderos amigos siempre están ahí, no importa a cuánto tiempo o a cuántos kilómetros se encuentren, siempre dispuestos a acudir en ayuda y sin exigir nada.
Cuando iniciamos esta aventura llamada VIDA no sabíamos de las increíble alegrías o tristezas que estaban delante. No sabíamos cuánto necesitaríamos unos de otros.
Ama a tu familia, a tus padres, tus hijos, tus nietos; pero también mantén un grupo de buenos y verdaderos amigos. Dialoga con ellos, discute, polemiza. Pero no trates de imponer tus criterios; aprende a respetar otras opiniones.
No pierdas u olvides a los que consideras tus verdaderos amigos con los cuales, a lo largo de tu ya larga existencia, has sabido estar en el cielo o en el infierno, y han sabido salir airosos de todas las pruebas que les mandó la vida. |