la mirada se posa ante los objetos inertes. No es fácil, se dice, esta historia se me está atragantando.
Cristina mira los otros cuadros, está rodeada de bodegones. Hoy le a tocado está sala y no le gusta, resulta casi imposible inventar algo con este material.
Al final elige uno, una pera, un limón y una manzana. En el fondo, una taza de loza y todo enmarcado sobre un paño blanco.

Eres un amargado. Siempre con esa acritud y tan mal encarado. Me tienes hasta el moño, ya no te aguanto.
_ Pues anda que tú, estás hecha una vaca. Si continuas así pronto te saldrás del lienzo.
_ Pero bueno, ya estáis otra vez con lo mismo. No sé cuando vais a madurar, dijo la pera con ese dejé tan suyo, el de alguien muy superior y ve todo desde cierta altura, claro que con esa cinturita de avispa y tan verde....

Se ha vuelto a atascar. Ya tengo algo, no es que sea una historia muy interesante ni demasiado buena. Tengo un limón amargado, una manzana gorda y una pera engreída, pero ¿ y la taza?,¿ que dice a todo esto?
No parece que diga mucho, se limita a estar.Sin ningún timo de sentimiento o emoción. Y no es que sea una taza pasota, sino que esa es su naturaleza. ¿Y el paño?Casi se me olvida, la verdad es que es un paño muy normalito, sin un bordado, ni una puntilla y no parece de un tejido muy fino, más bien es algo vulgar.
Pero y si...en el dorso oculta algún mensaje secreto. Podrían ser unas iniciales, una fecha o tal vez...Sí ya sé. hay una letras bordadas, un mensaje cifrado que solo conoce el autor y su amada.

Bueno ya está. Cristina sonríe. Era un gran reto. Pronto terminará su jornada.
Cuando llegué a casa lo apuntará todo en su libreta, igual que ha hecho desdé que entró en le museo como vigilante. Lo que comenzó como un pasatiempo se a convertido en todo un desafió.Coger un lienzo y desmenuzarlo, poner nombres e inventarles una historia.
Por la tarde quedará con sus compañeros de turno y mientras beben una cerveza sacarán sus libretas.