Sobre el espacio terronero
se abren los recuerdos
de guitarras, guaro, son y cantares
hasta su casa llegábamos
y una sonrisa en la puerta,
siempre fue nuestro pago.
Recuerdos juveniles,
llenos de canto y poesía
todos fuimos parte de tu acogida
gracias Matilde
gracias por ser tan grande en tu humildad
gracias por confiarnos tus aposentos
por esperarnos sin recompensa
por aplaudir nuestros desafinados cantos
gracias por ser sueño y poesía,
a ti
El Altísimo te bendice ayer, hoy y siempre