En la soledad de una noche de sábado, cuando las palabras sobran pero no existe quien las reciba. Tratar de escuchar voces y solo está el silencio de lo no realizado.
Quiero comprender a que se debe eso y solo encuentro respuesta vagas o bien no deseo entender, la vida va cerrando puertas yo me olvido de buscar las llaves.
No recuerdo donde las deje pero tampoco busco al cerrajero de la vida.
No compro otra puerta para ver si detrás de ella vive otra gente para tocar los días sábados.