de tonto no tiene nada... de sabio tiene el instinto y ese frío puñal de la victoria... sabe que el final está en cada pelea, en cada roce y lucha por salir de ella... sabe que Dios le da una vida y los bellos momentos... sabe que es un hombre de suerte y por ello busca la gloria... sabe que pronto volverá a las calles, donde se camina y camina por ellas sin que nadie le regale una sonrisa... ama el gentío, por ello prefiere la jauría... ama el orden dentro del desorden, porque sabe que nada es perfecto, nada excepto el amor por la vida y por aquello que tanto de dio en un espacio de cuarenta por veinte... le dejo andar por los valles del día a día, le dejo y siento que es un guerrero, de esos que nacen cada mil años... sabe tantas cosas y de cada una de ellas, recuerda una sola... aquella en donde corría tras la pelota, tras un grito, tras la alegría de todo un pueblo, su pueblo, su gente...