Cavilando en lo intrincado de mí esencia,
Decido llenar mi sangre con tus fluidos,
Aceptando la demencia de este amor desmedido.
Permitiéndome entre ascuas, encontrar mis pilares humanos,
Hallando la perfección de mi cuerpo,
Y el pulimiento de mi alma fatigada,
Durante el desenfreno existente en tantas copulaciones sin sentido,
Dejadas entre sabana y sabana en el transcurrir de mi tiempo.
Como negarme a tus pocos abriles vividos,
Yo que estoy conviviendo con la guillotina en mi cuello,
Es que al verte tan imberbe, consigo levantar mi impotente hombría,
Llenare mis aceitunadas canas con el sudor de tu abdomen,
Mientras lacero con mi lengua la explosión de tu virginidad,
Disfrutare de ti hasta que parta rumbo a la tierra,
Feliz de haber hallado el amor, al final de mi ocaso.