El Pecado Si he de morir en manos del verdugo, condenado al sepulcro por amarte. Que ruede mi cabeza en el madero; por el que empuña el mango del acero. No intentes forzar tu investidura. No intentes cubrirte con el manto. Si sé que tras el velo de la máscara, están tus ojos mojados por el llanto. Si desearte en pecado fue mi sueño. Si en verdugo blandiste aquella espada; No lograras, impedir que resucite y regresar a ti, amor, como tu dueño.
Texto agregado el 30-05-2013, y leído por 289 visitantes. (8 votos)