Ese latir de mi corazón, los nervios crecen, las ideas cruzan por la cabeza, y esa sensación de que el corazón se saldrá del pecho...¡No! Otra vez ese sentimiento que toma mi alma, no puedo respirar y la respuesta por la que busque esta frente a mi.
Es decir siempre tuve la respuesta a esa pregunta que rondaba mi cabeza, el corazón ya marchito por la desgracia y la decepción aún sintió dolor.
Se me complica respirarar, mi cerebro se ofusca, pero por un breve momento aparece mi amada razón y toda esa angustia desaparece. Tengo la respuesta no más dudas ni mentiras, es totalmente liberador y lo que empezo como una frenetica taquicardia se resume a un latir ligero y normal.