Pupilas brillantes, pupilas oscuras, el vértigo del Fin
tiene una ley y un límite: Dios y el castigo.
Afuera reina el caos de la guerra, almas mutiladas.
Del cielo a la cruz ruedan las alas de ángeles despojados
De la cruz al abismo rompe y azota el ave de la furia.
Entre las ruinas del templo quema sus páginas el misal abandonado.
Debajo del cristal yacen los restos de anhelos destrozados.
Siento el frío del acero de mi fusil empuñado.
Texto agregado el 28-05-2013, y leído por 201
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Lectores Opinan
29-05-2013
Batallas internas y nuestra propia alma en guerra consigo misma .... dust
28-05-2013
Y los Cuatro Jinetes tomaron la Tierra . autumn_cedar
28-05-2013
Un texto muy conmovedor.
Hasta puedo imaginar ese fusil asesino*****
Victoria 6236013