Fue una noche de enero de esas frías que calan hasta los huesos, el cielo dibujaba un gris muy intenso y pequeñas gotas de lluvia comenzaron a caer y allí entre un arbusto se encontraba Genaro una golondrina viajera. Entumido y temblante sufriendo no por el frio físico sino por el frio del corazón ese cuando te sientes solo, triste y desolado. ¿Qué le había pasado para estar así? Los suyos lo habían dejado ya que un día antes él se había separado del grupo para curiosear ya que el pequeño pajarito era tan intrépido y quería experimentar cosas nuevas, aunque antes ya lo había hecho pero nunca se había alejado tanto de los demás como en esta ocasión, síQuizo conocer más que los demás pero en el transcurso se extravió ya que la niebla ocupo el espacio y no lo dejo ver más allá y claro pensó que como era de esperarse los otros nicuenta se dieron y siguieron su camino. Al anochecer cansado de tanto volar sin un rumbo fijo, sus alas que no sentía , sin saber hacia dónde ir, ya fatigado y sin esperanzas se posó entre las ramas de un arbusto y allí se quedó en silencio ¡oh sin tan solo no me hubiera alejado tanto! Pensaba el pobre queriendo remediar lo sucedido. Pero en fin el frio azoto su pequeño cuerpecito como si todo cayera sobre él pero aguanto era persistente y se aferró a aquel árbol. Al amanecer ni los huesos sentía pero estaba con la esperanza de volver a unirse a aquellos que se fueron, sabía el rumbo que habían tomado y la niebla ya había cesado pero pensó ¿Por qué seguirlos? ¿Para que ir tras ellos si ya están tan lejos? Tantas dudas golpeaban su cabeza sin saber qué hacer y de tanto y tanto pensar escucho un ¡sh sh! Volteo para todos lados sin lograr ver nada y volvió a escucharlo ¡sh sh! Y pego un gran salto cuando entre su patas se encontraba una cucaracha fue el susto de su vida, ¿qué haces allí? Pregunto asustado Genaro a la enfadada cucaracha -cof cof- tosió el insecto –disculpa pero estas atravesado en mi camino por si no lo sabes todos los días recorro este sendero para llegar a mi destino- Genaro extrañado con su respuesta le pregunto -¿y cuál es tu destino? –jaja a donde todos quieren ir- contesto la engreída cucaracha con risa sarcástica y siguió caminando – no espera ¿Cómo te llamas?- pregunto la golondrina curiosa – soy rafa la cuca y ya que insistes tanto en retenerme ¿quién eres tú y que haces solo? que yo sepa los de tu especie viajan en clan- -o si- responde Genaro – lo que pasa que me perdí por explorar cosas nuevas me aleje de mi grupo y pues como veras ya no los alcance y volé tanto como pude pero había mucha niebla y mis alas ya no dieron para más- -oh quizá no volaste tanto como pudiste- responde la cucaracha – en fin me voy- dijo el insecto- -la felicidad me está esperando- y rafa la cuca se perdió entre las ramas de ese árbol. Era tanta la curiosidad de Genaro que quería seguirla pero no lo creyó prudente en realidad lo que él quería era estar con sus compañeros porque en el grupo estaba Eliza la golondrina más bella del clan claro para él aunque ella no sabía de su gran amor. Y como era de esperarse ¡que golondrino tan terco! dejo su corazón por un lado y decidió saciar su curiosidad ¿hacia dónde se dirigía la cucaracha? Pero al abrir sus alas para volar en busca de rafa la cuca para su sorpresa no pudo emprender el vuelo estaban tan tiesas a mas no poder ha pero ese no fue motivo para quedarse estancado en ese árbol ¿Cómo iba a bajar de allí? Además ya había pasado rato seguro rafa ya iba demasiado lejos como para alcanzarle -¿pero que me pasa- dijo Genaro- como no voy a poder alcanzar una cucaracha soy muchas veces más grande que ella y sin pensarlo se lanzó del árbol aproximadamente a 4 metros de altura, pero ¿podría arrepentirse de haber saltado? Mientras iba cayendo pues no, todo era adrenalina pero al momento del golpe pensó mejor no haber saltado pero ya estaba hecho lo bueno es quecayó entre unas ramas y no fue tan fuerte el golpe, todo atarantado se para y como puede caminar lentamente sabiendo que la cucaracha había ido hacia el oriente, paso media hora y seguía caminando, poco a poco por el calor del mismo cuerpo las alas comenzaron a responder y suavemente las empezó a abrir y cuando menos lo pensó ya estaba volando al ver sus alas abiertas y el cielo comenzaba a ceder pensó en volar hasta los demástenía todo para hacerlo pero no lo hizo otra vez no lo hizo y giro hacia el oriente. Ya había avanzado y de pronto sintió una ráfaga de viento que lo golpeo muy fuerte pero pudo sostenerse y saz!!! Otra más –jajaja- escucho una risa burlona – ¿solo? Pregunta un gavilán enorme con alas espeluznantes con garras que podrían cortar cualquier tipo de carne, ojos enojados y grandes, mirada fija y penetrante -¿Quién eres tú? Responde Genaro con el corazón en el cuello –mmm alguien que te ve muy solo, que te ve pequeño e indefenso sin los tuyos ¿Qué te paso siempre andan acompañados y me persiguen hasta correrme de donde este? ¿Mmmm? Contéstame-le dice el enojado gavilán, -pues mira- responde el golondrino asustado – vengo de lejos y…- antes de terminarle de decir quizo huir y voló tan tan rápido como sus alas le permitieron pero el gavilán por poco y lo alcanza si no fuera por Yola o no séqué habría pasado, sí Yola la pájara carpintero,off se llamaba Genaro, la verdad es que Yola había estado trabajando mucho en ese hueco que sería el lugar adecuado para criar a sus pequeños polluelos y allí silencioso se quedó con el corazón casi saliéndose del pecho espero hasta que se fuera y como era lógico el gavilán se fue después de que el golondrino ni a tomar aire salió y espero y espero al paso de un rato escucho un ¡toc toc! Si era Yola trabajaba arduamente en su hogar desde fuera y no lo había visto, lleno de pena y tartamudeando sale del agujero –perdón señora usted me disculpara- la pájaraasustada le pregunta -¿tú que haces aquí? ¿Quién te ha dado permiso de entrar a mi casa?- oh señora disculpe un gavilán quizo comerme y esta fue mi única salida- responde el apenado Genaro –ummm y ¿los demás donde están los demás? Que ustedes no andan en grupo? – ¿otra vez? Todos me preguntan lo mismo- contesta ya molesto el golondrino – pues eso es lo que he visto - contesta Yola extrañada-- pues bien si estoy solo y… le cuenta su dramática historia –y ¿pues qué crees? – le dice él según inteligente golondrino- pues no voy tras ellos oh no claro que no, yo mi querida pajarita voy buscando lo que todos anhelan… la felicidad- -¿oh si? Contesta Yola – que bien y para ti… ¿qué es la felicidad? – Ser lo que quiero ser- contesta enorgullecido Genaro y se va a lo lejos solo le dice adiós. Vuela y vuela y vuela logrando ver un grupo de animales todos reunidos en círculo como si fuera una reunión, - ohm si ya llegue umm con que ¿allí está la felicidad? No pensé que fuera tan fácil encontrarla- y baja apresuradamente no vaya a ser que se la acaben decía el pobre. Pero al irse acercando cada vez más se venía un olor putrefacto y al llegar allí claro era de esperarse estaba Rafa la cuca y una docena más de cucarachas, había también zopilotes, moscas de esas verdes, un coyote y alo lejos se veía venir un zorro tan apresurado también, -¿Qué diablos pasa?- se preguntaba Genaro y cuando vio que era lo que rodeaba no era más que un venado que había caído desde el barranco como a 30 metros y tenía allí una semana de muerto y claro era un festín para todos ellos, la comida era escasa y cosas de este tipo eran felicidad claro para unos cuantos, -que tonto- pensó Genaro –perdí un día por ¿esto?- era obvio se sentía frustrado, me lance de un árbol sin saber que me pasaría del golpe, estuve a punto de ser devorado por un gavilán para terminar enfrente de un venado muerto y apestoso, no era lo que él hubiera querido, ya con sus ojos abiertos alzo el vuelo y viajo hacia el norte hacia los demás no tardo casi nada cuando a lo lejos vio otro de su especie apresuro más y era gera su amigo del alma, -¿qué paso camarada?- le dijo su amigo –te estuvimos esperando desde ayer cuando Eliza vio que no estabas- la verdad es que solo los separaba una pequeña loma pero el Genaro solo voló en círculos, -¿Eliza? Pregunta asombrado –como ¿es que sabe mi nombre? Y si en efecto todos estaban posados en los arboles esperando su llegada ellos sabían que lo haría que estaría bien y que llegaría lo conocían tanto como él no se imaginaba y aprovecharon para descansar ya que habían volado mucho y no habían parado en muchas horas, se reunió con ellos y feliz se acercó a Eliza y… ¿Habrá encontrado el verdadero sentido de la felicidad?

La felicidad claro quizá el mismo verdugo de la humanidad, muchas veces somos arriesgados buscamos cosas que anhelamos quizá por curiosidad o porque en verdad lo queremos Genaro no es más que muchos de nosotros, sí muchos genaros caminando por las calles todos los días, no estamos contentos con lo que tenemos y emprendemos un vuelo distinto al que llevábamos eso es arriesgarse muchas veces acertamos pero muchas otras no, y es cierto la felicidad de algunos nunca o casi nunca es la felicidad de uno, tenemos alas mismas que sabemos utilizar o mismas que no, Genaro en su equivocado intento lo entendió pero dejo pasar un día, un día que pudo haber hecho muchas más cosas pero esos son los riesgos que debemos correr para llegar al final del camino, aunque a nuestro pequeño golondrino se le olvido algo agradecer por la vida que Yola sin querer otorgó solo voló y dijo adiós quizá sea hora de agradecer un poco ¿no?. En fin al final del camino Genaro se dio cuenta que lo conocían más de lo que pensaba, sus compañeros de vuelo lo observaban a distancia será porque siempre llamaba la atención perdiéndose de vuelo en vuelo curioseando siempre pero porque sabían que siempre volvía, en ocasiones ignoramos que los que nos rodean nos vigilan en silencio y por más que parezca que te ignoran no lo es así porque cuando tú los necesitas sean como sean allí están.

Lo único que te puedo decir reconozcamos nuestras capacidades más que conocerlas arriesguémonos si claro pero si sabes que te equivocaste nunca es tarde para volver, agradecer y sobre todo luchar por encontrar eso tan esperado… LA FELICIDAD.