Y si a cada instante envejezco
-cuando es soledad sobrevenida
la que me muerde-
por mucho que merezca la mordida
raudo me refresco de vida
recomponiéndome.
¡Nadie quiere asentar su tumba fría
en aislado desierto inerte
-ni aún después de muerto-
ni desgranar la palabra boba al espejo
anodino e indolente!
Aquí yazgo, habitado entre versos
y de presencias revertiéndome;
Ladino así esquivo a esas muertes solas
que a veces se me vienen.
Texto agregado el 25-05-2013, y leído por 355
visitantes. (18 votos)
Lectores Opinan
23-06-2013
como hoy, como mañana, como siempre me inclino ante el poeta************* yosoyasi2
16-06-2013
precioso poema, ay la soledad de los muertos... un abzo sendero
05-06-2013
Magistral. Me lo llevo a mi Bio como recomendado.
Un abrazo, Vigía querido. SOFIAMA
04-06-2013
Me quito el sombrero ante tus versos, VIGIA. De una calidad pasmosa. Pocas personas consiguen emocionarme con su poema: Tú una de ellas. ***** Enyd
30-05-2013
Solo hay perfección en tus letras, impresionante. Un bexo. sandalo