Trata de musas


El escritor Zepol fue visto ayer por la tarde en compañía de una musa mucho más joven que él a la que manoseaba sin pudor alguno pese a encontrarse en un local público.
“Se estaban toqueteando de manera escandalosa y, cuando les llamé la atención, el señor Zepol me dijo que estaba interrumpiendo una reunión de trabajo”, explica el camarero que atendió a la pareja y que, además, no recibió propina porque Zepol se había quedado sin cambio chico
Era la diosa Calíope, musa de la elocuencia”, aclara el autor
Horas más tarde, el suceso ya había trascendido en las redes sociales, donde circulaban incluso fotografías de la pareja.
Finalmente, fue el propio Zepol quien admitió en un mensaje en Twitter que las musas “me las envían de la Página de los Cuentos desde hace años”.
También aclaró que es un método de inspiración habitual, “el más antiguo del mundo”, y llamó ignorantes “a los que se rasgan las vestiduras por verme disfrutar en compañía de una diosa”.
El caso de Zepol vuelve a poner en tela de juicio los procedimientos del mencionado portal literario, reavivando las sospechas de que la trata de musas es una práctica generalizada en la profesión.

“Cuando Autumn_Cedar terminó ‘El Rey Derrocado”, se fumó el mejor cigarrillo de su carrera”, admite el experto Leo Brizuela, que pide a los lectores que entiendan que “las ideas no salen de la nada y muchas vienen de Europa del Este”.

Zumm sigue esperando a su “mamita sabrosona”
El pseudo escritor Zumm no ha dudado en mostrar su indignación y ha reprendido públicamente a su compañero de editorial, Zepol, por “caer en la infidelidad, en el abuso y en la falta sistemática de escrúpulos”. Zumm asegura que sigue esperando la “mamita sabrosona” que La Página de los Cuentos debía proporcionarle para ayudarle a terminar su último proyecto literario. Revela que habló con Zepol y que éste le juró que él también tenía problemas de suministro con el tema de las musas.

“Al final resulta que hay autores que abusan de las musas (Ej. Leo y El_Mesiaz) dejando a los demás sin nada, y cuando les preguntas se hacen los locos”, insiste Zumm.
El escritor, que lleva “meses y meses sin recibir una buena inspiración”, amenaza con pasarse a una Página de esas jóvenes” que ponen “mucho mimo en todo lo que hacen” y en las que “a veces son los propios responsables de las revistas literarias los que se bajan los lienzos”.