Cada vez me convenzo mas y mas de que no sabemos disfrutar de las pequeñas cosas que nos ofrece la vida y cuando nos damos cuanta ese momento que parecía tan simple se trasforma en un recuerdo atesorado, el cual nos encantaría volver a vivir.
Fueron solo unas horas a tu lado pero apenas te vi decidí que disfrutaría de ti como si fuera la última vez. Me perdí en tu mirada, en esos ojos que me envuelven en un abrazo tan cálido e independientemente del tiempo que transcurra es tan familiar, el sonido de tu risa fue música para mi, ya no recuerdo de que nos reímos y la verdad no importa, solo se que disfrute de ese simple y tan cotidiano gesto.
Eramos como dos viejos amigos hasta ese momento que estuvimos completamente a solas y nos envolvimos en un abrazo eterno en el cual nuestros cuerpos se reconocieron y despertaron de ese sueño aletargado provocado por la distancia. Tus dedos acariciaron mi rostro, reconociendo aquello que en una época fue tan familiar, tus labios se hicieron beso en los míos y en ese momento me perdí, fue todo emoción y sensaciones.
Podría decir que nos dijimos adiós pero la verdad es que entre nosotros un adiós es un simple hasta pronto.